Volver a empezar, volver a resurgir. Y si de volver se trata, Central Norte volvió al triunfo -2 a 0 ante Alumni en el Martearena- tras mucho tiempo y cortó con la sequía de cuatro derrotas consecutivas tras una semana traumática y que derivó en cuatro jugadores despedidos. No jugó un buen partido el cuervo, pero le alcanzó para derrotar a un Alumni de Villa María que lucha palmo a palmo con Racing de Córdoba por mantener la categoría. En la primera mitad se vio un Central agresivo, pero sin ideas claras de fútbol. El equipo de Omar Jorge intentó siempre por las bandas, pero la falta de comunicación hizo que el partido se estanque en la mitad de la cancha. La apuesta de Central fueron las pelotas paradas; tal es así que a los 26', Tomás Armella conquistó el primero para el cuervo, tras una serie de rebotes en el área chica de Alumni. Fue un desahogo para la gente que ya empezaba a murmurar en el estadio. El complemento vio a ambos equipos intentando con pelotazos sin destino. La falta de un conductor en el equipo de Jorge hizo retrasar a los delanteros, que se cansaron de luchar contra la defensa de Alumni. A diez minutos del final, el ingresado Juan Manuel Perillo “guapeó” una pelota en el área visitante, dejó a dos defensores en el camino y remató, pero su disparo dio en el travesaño. El tozudo cañonero, que viene de “salvarle las papas” con frecuencia al cuervo, volvió a buscar el rebote y de cabeza sentenció el pleito: 2 a 0. Sobre el final, el cuervo tuvo más chances para ampliar el marcador. Fue triunfo y desahogo para el equipo de Omar Jorge, que suma sus primeros tres puntos en la reválida que le permiten soñar que todo es posible y que la calma puede resurgir después de la tormenta.
