Primera B - TEMPERLEY

El club que sueña el socio.

El hincha argentino, muchas veces, prioriza ante todo el resultado futbolístico de su equipo. Un 2 a 0 en un clásico vale más que nada. Es comprensible. No hay nada como gritar un gol del club de tus amores ante el clásico rival. La semana, a veces, se hace eterna esperando ese maravilloso instante en el que el árbitro de turno da el silbatazo inicial y la pelota comienza a rodar. Pero aunque todos comparten esa misma pasión, casi inexplicable, hay otras cuestiones que hacen mucho más grande a una institución. Así lo entendió la actual comisión directiva del Club Atlético Temperley, que no solo pretende el envanecimiento circunstancial del hincha, producto de un marcador favorable, sino que apunta al desarrollo social y a la mejora de calidad de vida del socio, a la hora de utilizar las instalaciones. Tras superar, a partir de distintos recursos y con la plena colaboración del fanático que se acercó para asociarse (entre otras medidas), la crisis futbolística y económica heredada, el nuevo gran objetivo fue lograr el desarrollo edilicio del club. Esto representaba la identificación de Temperley para con sus hinchas y socios, ofreciéndole las comodidades que ellos requerían y merecían, basado en un marco transparencia. A su vez, la seriedad de un club en cuanto a su forma de trabajo, termina derivando, casi de forma indefectible, en éxitos deportivos. Dentro del fútbol argentino, los casos son innumerables. Si bien el camino es largo y aún resta mucho por trabajar, las obras realizadas hasta el momento son varias. Por ejemplo, la reforma de la Sede fue un trabajo extenso y sumamente amplio. En la planta baja y el acceso, el primer paso fue el adintelamiento y su demolición; prosiguió la impermeabilización de la cubierta del hall de acceso (contrapiso de nivelación, desagües pluviales, etc); luego las aberturas y la nueva instalación eléctrica; los cielorrasos y la tabiquería durlock; la instalación sanitaria; los soldados; y, lógicamente, la pintura. Esto implicó, entre otras cosas, la mudanza de la bibloteca y la puesta a punto de la oficina de prensa. La planta alta, se reformó casi en su totalidad a partir de arreglos y pintura. Y en cuanto al frente integral (accesos al Beranger), se repararon mochetas, se desmontó la estructura metálica existente en desuso y se realizó la instalación eléctrica, con todo lo que esto implica. La salida de cloacas y las tareas de mantenimiento hidraúlicos fueron otro objetivo cumplido. Y otra obra de capital valor fue la mejora del piso que va desde la sede hasta la entrada de la cancha. Lejos de descansar, ya se piensa en lo que viene. Las obras a futuro abarcan distintos sectores. En septiembre, comenzará la labor en el Playón Deportivo 1. Allí habrá un desmonte, nivelación y compactación de 600 m2; un muro de contención en las canchas de tenis y la colocación de gradas; veredas perimetrales y rampas de acceso al gimnasio. Además, ese mismo mes, se trabajará en los desagües: se repararan interiores (sellados de cámaras, muros, construcción de pozos de bombeos con salidas a cámara exterior, etc); y se priorizará el completamiento del sistema de drenaje general exterior (limpieza y mantenimiento salida del Colegio Belgrano, reforma y corrección de niveles de cámara, terminación de nuevas tapas y más). También en septiembre, se efectuará la reforma y ampliación edilicia de la vieja concentración, que incluye la pensión, cocina y comedor, sanitarios públicos (los baños para hombres y mujeres son prioritarios), y vestuarios generales de ambos sexos. Además, el quincho de tenis será recuperado como salón de fiestas. Aún sin fecha definida, dado que aún es un proyecto a realizar, se encuentran: en el playón deportivo 2, la compactación y nivelación de 924 m2; veredas perimetrales y rampas de acceso al gimnasio; la demolición del vestuario de cancha auxiliar, donde habrá una nueva puesta en valor y su posterior corrimiento límite; la reforma bajo la tribuna 9 de julio, que afecta a todos los vestuarios; una nueva tribuna finky, con bajo actividades; el corredor salida calle Vicente López; y la reforma de ampliación de bancos y plateas. “Es muy valorable todo lo realizado y lo que resta, principalmente por el impulso que generó. La gente se acerca a colaborar. Hay aportes de todo tipo: desde el esfuerzo general, hasta el económico. Cuando hay un proyecto integral y se ve que hacen cosas, la gente se contagia. Tiene que haber mantenimiento de forma constante y esto en Temperley, existe y se sostiene”, dijo Alberto Ahualli, arquitecto a cargo de las obras. Como siempre sucedió en la historia del club, será fundamental la participación del socio: todo lo recaudado para el bono que sortea un auto 0 KM será destinado a todas estas obras. Temperley busca un crecimiento absoluto, que trascienda a los nombres y los años. Que demuestre tranparencia y seriedad. Que coloque al club en el lugar que merece. Trabajando, se puede.

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