Primera Nacional - NUEVA CHICAGO 1 - INDEPENDIENTE RIVADAVIA 2

Chicago pagó caro su inexpresión y tibieza

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Chicago y otra pálida imagen que lo saca definitivamente de la pelea por llegar a los dos lugares de privilegio. Lo ganaba desde el inicio con gol de Matos, no sufría sobresaltos, pero tampoco hacía nada para justificar la victoria. Sólo por empuje, ganas, manejo del partido, la "Lepra" lo empató y premio a seguir siendo el dominador, encontró la victoria al final. Viguet y Amieva, los goleadores del triunfador.

Ni con todo a favor Chicago logra salir a flote. Ni ganando desde el vestuario puede con su cuco negro, Independiente Rivadavia, aquel que le gana o le saca puntos, en todos los campeonatos. Ni sufriendo para mantener la victoria la puede mantener. Un punto en cuatro fechas, de un torneo que tiene siete. Y en una zona donde la única posibilidad de seguir con vida era salir entre los dos primeros. Bueno, ya con cuatro partidos jugados y con tres por jugar, el "Torito" sabe que no estará entre esos dos lugares, salvo algunos milagros futbolísticos y matemáticos, más dignos de la ciencia ficción o de Da Vinci que de la pelota en sí.
Con las bajas tanto por lesión como por COVID, Forestello armó un equipo que por lo visto en el primer tiempo tenía más vocación ofensiva que en los partidos previos. Porque Matos como punta de ataque tiene más capacidad que cualquiera de los demás delanteros y sabe arreglárselas solo. Y porque Aranda rinde más con otro punta al lado, para jugar de frente al arco y no para hacer de pivot. Y porque con ellos dos arriba, Castillón tenía más terreno para explotar su velocidad. Igual, todo eso se pudo ver en los primeros minutos, pero con un condicionante a favor, apenas pasado el minuto de juego, un centro de Martínez terminó en los pies de Matos en la puerta del área chica tras un yerro imperdonable de Rébola; y el goleador sorprendido apenas pudo definir como pudo pero con éxito, 1-0. El gol tempranero golpeó al visitante que quedó aturdido y con los planes cambiados. Llegó a Mataderos con la idea de manejar la pelota, de no refugiarse, pero de ceder el protagonismo al local, pero al minuto tuvo que cambiar el libreto, salir a buscar.
En los primeros quince se vio lo mejor de Chicago en el torneo, ojo, nada del otro mundo, simplemente atacando los espacios, generando ataques por ambas bandas, pero sin tener chances para aumentar. Lentamente se fue apagando y le fue dando la pelota al rival, pero Independiente no sabía qué hacer con la misma. Tapado Jesús Méndez, los centrales eran la vía de salida pero abusaban del pelotazo y cada intento de ataque terminaba fácilmente en manos del local. Tampoco tenía profundidad por afuera, ni Banega ni Viguet progresaban y sólo los movimientos de Fernández le daban vitalidad. Salvo por un remate que Minaglia envió al córner de Banega (se iba afuera), la Lepra no llegó. Tampoco Chicago eh, aunque hubo una situación que pudo modificar el resultado final, un claro penal a Verdugo que el árbitro no cobró.
El complemento no mostró cosas distintas al final de la primera parte. Un apático Chicago, tibio, sin fuerzas, sólo eligió refugiarse ante un equipo que no le daba trabajo. Nunca la "Lepra" lo pasó por arriba ni lo copó la cancha, fue creciendo a medida que iba viendo el quedo del verdinegro. Le dieron la pelota y la empezó a aprovechar. Pero no generaba chances, ni siquiera llegaba al área. Sólo molestaba a Minaglia mediante pelotas paradas.
Momento clave, lesión de Matos (jugó de entrada por primera vez después de más de un año) y el inentendible cambio de Forestello, lo era en el momento del cambio, mucho más con el resultado final. Sin delanteros en el banco, tenía opciones en el medio campo para dejar a Aranda arriba pero sin perder presencia o perder manejo o algún intento de contra, como Alexis Vázquez, Celeste, Espósito y hasta el polifuncional Cosi. Pero el que entró por el goleador fue Juan Cruz Monteagudo, marcador central o lateral izquierdo. Obviamente que lo raro del cambio no es por la parte individual del defensor, sino por el movimiento táctico del entrenador. Dos líneas de cuatro, Monteagudo de 3, Diego Martínez como mediocampista por izquierda, Tellechea por derecha, Verdugo y Altuna por dentro. Inmediatamente llegó la respuesta de Straccia, rompió el doble cinco, Méndez fue a jugar entre medio de los centrales, Irañeta a romper por afuera, el "Gordo" Sperduti atrás de los dos de arriba. Forestello bajó la cortina cuando faltaban aún 30 minutos de juego, resignó demasiado rápido la posibilidad de terminar el partido, y le dio un mensaje tácito al rival; "atácame, sólo quiero defenderme". Y el rival, sin ideas hasta ese momento, recibió el mensaje y fue. Y de tanto ir tuvo premio, Viguet (que creció mucho en el complemento) recibió en el borde del área y le dio combado al segundo palo de Minaglia que nunca llegó, las cosas como al inicio, 1-1. Un equipo preparado para defender, no defendió, Barrios quedó solo con Viguet, al que le pasó el lateral por el costado, entonces Barrios nunca salió a tapar, por miedo a quedar expuesto al pase al lateral, claro, todo porque nunca retrocedió bien ni Tellechea siguiendo al lateral, ni Altuna cerrando el medio.
Con el 1-1 uno esperaba que el "Torito" saliera a buscar en esos 20 finales, o que Forestello moviera el banco para tratar de rearmar un equipo que no tenía un mediocampo capaz de generar juego al ataque. Pero el DT no estuvo rápido a la hora de mover el banco, y la visita siguió manejando el trámite del partido, la pelota y dominado el terreno. Se dio cuenta de que el local no lastimaba y siguió en su postura, con el aire fresco que vino del banco.
Así y todo, Chicago pudo ganarlo. Siempre de contra. Un remate de Martínez cruzado, una llegada clara de Castillón por derecha entrando libre (como toda la tarde, pero ni él se dio cuenta) que no supo resolver, y un mano a mano que se le fue largo a Aranda tras asistencia deliciosa de Alexis Vázquez que en 10 minutos mostró más que Verdugo en 4 partidos.
A todo esto, Straccia había cambiado el ataque, Amieva por un poco participativo Prudencio. Cosi y Celeste entraron faltando dos minutos, muy poco tiempo como para torcer un rumbo que parecía definitivo. Pero faltaba algo más.
El medio del campo de juego fue una invitación siempre para el mendocino, Altuna no marca, no juega, no distribuye y a esta altura del campeonato, es más un peso en contra que algo a favor. Por ahí se gestó la jugada que derivó en córner. Cabezazo en el primer palo, toque al gol en el segundo del ingresado Amieva ante una estática defensa. Nada quedaba, ya se jugaba la adición. Apenas un remate de Vázquez (insisto, en esas dos jugadas hizo más que Verdugo en 4 fechas) que contuvo abajo el "Piti" Aracena.
Lo ganó Independiente porque muy a pesar de sus enormes falencias e imprecisiones, nunca bajó los brazos, porque muy a su manera, fue a buscar el empate y no conforme, leyó bien el partido y se dio cuenta que podía ganarlo, y entonces lo ganó.
Lo perdió Chicago porque ganando desde el vestuario nunca se hizo dueño del juego, porque no supo jugar con esa ventaja tempranera. Porque fue tibio, porque es un equipo inexpresivo, porque no tiene respuestas ni dentro ni fuera, y porque a veces el fútbol tiene lógica o algo de coherencia, es el peor equipo del campeonato, pre pandemia y post pandemia, más allá de que son planteles y cuerpos técnicos diferentes.


SINTESIS

NUEVA CHICAGO (1): Alan Minaglia; Rafael Barrios, Matías Escudero(c), Gastón Bojanich, Diego Martínez (88, Francesco Celeste); Emiliano Tellechea (88, Julián Cosi), Alejandro Altuna, Agustín Verdugo (80, Alexis Vázquez); Facundo Castillón, Sebastián Matos (62, Juan Cruz Monteagudo) y Alejandro Aranda. DT: Rubén Darío Forestello.
Suplentes: Augusto Bottini, Enzo Lettieri y Gastón Espósito.

INDEPENDIENTE RIVADAVIA (2): Cristian Aracena; Luciano Sánchez, Enzo Suraci, Alejandro Rébola, Leonel Ferroni; Félix Banega (67, Ignacio Irañeta), Sebastián Navarro (67, Mauricio Sperduti), Jesús Méndez, Matías Viguet (82, Diego Cardozo); Lucas Fernández (78, Sebastián Mayorga) y Ángel Prudencio (78, Juan Amieva). DT: Marcelo Straccia.
Suplentes: Emanuel Cirrincione y Yair Marín.


GOLES: (1) Sebastián Matos (NCH), (71) Matías Viguet (IR) y (91) Juan Amieva (IR).

AMONESTADOS: No hubo.

EXPULSADOS: No hubo.

INCIDENCIAS: No hubo.

LA FIGURA: Matías Viguet (IR).

ARBITRO: Bruno Bocca (regular).

ASISTENTES: Ruben Bustos y Mauro Ramos Errasti.

CUARTO ARBITRO: Franco Acita.

ESTADIO: Nueva Chicago.

CAMPO DE JUEGO: Muy bueno.

PUBLICO: Jugado a puertas cerradas por COVID.

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