Oeste perdió a una de sus mayores promesas, el juvenil formado en Caballito Carlos Alfredo Airala, a manos de River Plate, en una práctica que no por habitual en el fútbol argentino deja de ser criticable. Además, una modalidad a la que la institución “millonaria” suele recurrir para tentar y llevarse a futbolistas de otras instituciones.
Airala es un zurdo habilidoso y rápido, de endiablada gambeta, que actúa como mediocampista ofensivo o delantero extremo, de apenas 19 años (categoría 2002). Luego de destacarse en las divisiones inferiores, debutó muy jovencito en la Primera División de Ferro, con solo 15 años y medio, alcanzando así el registro de ser el futbolista más joven en debutar en toda la rica historia del club. Fue el 31 de Marzo de 2.018, en un encuentro en que el verdolaga goleó a Los Andes por 4 a 1 y en el que Airala ingresó desde el banco de relevos. El promisorio jugador ya disputó 12 encuentros en el torneo de Primera Nacional, ingresando desde el banco, y convirtió su primer y único gol en Abril de 2.021 ante el reciente ascendido Barracas Central. Por sus grandes condiciones formó parte en su momento de las Selecciones Argentinas Sub 15 y Sub 17.
Marcelo Gallardo ya le había echado el ojo y lo venía siguiendo desde hace un tiempo. Aprovechando que el vínculo contractual de Airala finalizaba en Diciembre de 2.021, tenían apalabrado al jugador y a su entorno para que no renovara con el verde y así poder firmar contrato con River, en la condición de jugador libre. El vínculo con su nueva institución se formalizó el pasado jueves en las oficinas del estadio Monumental, por dos años. El reciente campeón del fútbol argentino adquirió el 50% de su pase, con opción a ampliar ese porcentaje a futuro. El “Muñeco” Gallardo definió que Airala entrenará durante el primer semestre del año con el plantel de Reserva, división dirigida técnicamente por Jonathan La Rosa y que está realizando su pretemporada en la ciudad de San Jorge (provincia de Santa Fé). De esta forma, el cuerpo técnico riverplatense podrá irlo evaluando y seguir su evolución.
Por Caballito hay mucho fastidio porque la institución de Núñez no se acercó en ningún momento a conversar sobre su interés en Airala y Ferro pierde a una de sus mayores promesas sin obtener rédito alguno a cambio. Obviamente, en el poderoso mundo River se dirá que adquirió el pase de un futbolista que había quedado libre de su club de origen, pero por Ferro todos tienen claro los motivos por los cuales el juvenil se mostró reacio a renovar su contrato con la institución que lo formó, tentado por las mieles de un encantador ladrón de joyas.
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