Flandria y San Martin SJ empataron 1 a 1 en el Carlos V en un partido increíble. Marcos Rivadero marcó para el Canario qué no le alcanzó y se fue al descenso. Augusto Aguirre lo igualó en la última para el Santo qué gracias al gol, pudo entrar al Reducido y sueña con el ascenso qué lo regrese a primera.
En un Carlos V a reventar, Flandria y San Martin SJ cerraban el torneo con objetivos distintos. El local debía ganar y esperar que San Telmo no lo hiciera, mientras que la visita buscaba concretar con un empaté su clasificación al Reducido. La gente de Flandria dispuso de una fiesta comparable a la de un posible ascenso, no a la de una descenso como era en este caso. Bajo ese contexto y con la necesidad del triunfo si o si, el Canario tomó la responsabilidad de ir a buscar el partido desde el arranque. De la mano de Marcos Rivadero, la figura de la cancha, Alejandro Gonzalez y las ganas de Alejandro Nalerio fue demostrando cierta superioridad. Hasta creó algunas chances de gol pero el arquero de la visita respondió muy bien. Luego la visita lo equparó con intentos de juego colectivo en el mediocampo y también tuvo alguna. Pero nada pudo evitar que se fueran al vestuario empatados. En el complemento comenzó el apremio de una película con final feliz para uno y triste para el otro. Después de una continuidad de juego chato, de la manera que había terminado la primera parte, llegó la información que había gol de San Telmo. Lo cual dejaba sin importar el resultado, sin chances a Flandria de la salvación. Sin embargo poco después, lo empató Morón y el alma volvió al cuerpo de lo hinchas. Esto sumado a que Flandria empezaba a apretar cada vez más a partir de los cambios que hizo. Así llegó el gol de la ilusión. Marcos Rivadero convirtió realmente un golazo, tras una gran jugada colectiva, abrió el pie desde el borde del área y marcó el tanto que hizo delirar a todo el estadio. Faltando 10 minutos, Flandria soñaba con el desempate vs Tristán Suárez y acarició la posibilidad de esquivar el descenso directo. Por su parte, San Martin SJ se vio afuera del Reducido y mandó todas las cartas ofensivas qué disponía en el banco, a la cancha. Incluso termino jugando con uno de sus centrales de 9 que tuvo su premio. Porque en cuestión de minutos todo cambió. Mientras Flandria desperdició en una contra increíblemente la chance del segundo gol, contra todos los pronósticos, San Telmo le hizo el segundo a Morón en tiempo de descuento y lo condenó al descenso inevitablemente. Minutos más tarde, Lautaro Gordillo ganó una pelota en el área y tras un jugada esquiva y bastante sucia, pasó a Martin Perafan. Allí apareció Augusto Aguirre para empatar el pleito en la última jugada, ya con todo Flandria en conocimiento de lo que ocurría en el cotejo de Morón. Esto fue algo que no le cambiaba al Canario pero si al Santo. Porque con ese gol se aseguró su posición en el Reducido para soñar con el ascenso a Primera y dejó justamente afuera a Morón, verdugo necesario del Flandria hoy. No hubo tiempo para más y fue final.
Así, Flandria no tuvo milagro ni la heroica. Pese a la fiesta increíble de sus hinchas qué colmaron la cancha, las ganas de sus jugadores de la mano de un DT de la casa como Walter Díaz qué hizo lo que pudo desde llegó, el destino y sus errores en todo el torneo lo condenaron al descenso. Y por ello jugará la próxima temporada en la B Metro. No fue por el resultado de hoy sino por errores en decisiones todo el torneo qué lo dejó con 20 partidos perdidos y como el equipo más goleado con casi 60 GC. El destino no estuvo de su lado pero solo ese milagro podía salvarlo, luego de un torneo muy flojo qué merecidamente ocupó el puesto con el que terminó. Deberá cambiar y trabajar mucho para poder regresar a la Primera Nacional, una categoría qué se ganó jugarla merecidamente y la qué ahora aspirará poder volver dentro de no tanto tiempo.
Por su parte, San Martin SJ logró el objetivo de este final del campeonato, entrar al Reducido. Aunque de manera agónica, también fue merecido por lo que demostró futbolisticamente en el torneo. Con sus errores y con muchas cosas por corregir, pero fue sin dudas uno de los mejores equipos en algunos tramos de la competencia. Y hoy, nadie le quita la ilusión de volver a Primera División.
Flandria: Martin Perafan (6); Cristian Broggi (6), Facundo Gómez (6), Eugenio Raggio (7), Federico Murillo (5)A; Lucas Seimandi (4) (62 José Torres), Alejandro Gonzalez (7), Alejandro Nalerio (7)A (71 Julian Ford), *Marcos Rivadero (7)* A; Franco Tisera (5), Martín Comachi (6) (62 Alejandro Gagliardi). DT: Walter Díaz.
Suplentes: Diego Ramos, Andres Camacho, Alan Maimo, Gonzalo Papa, Lautaro Zotta, Marcos Fernández.
San Martin SJ: Mariano Monllor (6); Alejandro Molina (6), Abel Masuero (6), Augusto Aguirre (6), Leonel Bontempo (5); Jonathan Blanco (5) (83 Lautaro Gordillo), Nicolás Peilaitay (5), Alexis Vega (4) (63 Leandro Espejo); Manuel Llano (5); Sebastian Gonzalez (5) (73 Francisco Grahl), Marcos Arturia (5) (73 Matias Donato). DT: Cesar Monasterio.
Suplentes: Federico Bonansea, Leonel Alvarez, Agustín Heredia, Joaquin Sotomayor, Nahuel Tejada.
Síntesis:
Goles: 81 Marcos Rivadero (Fla), 93 Augusto Aguirre (SMSJ)
Árbitro: Franco Acita (5) (Aceptable arbitraje en un partido complicado. Lo llevó a rienda a corta con muchas tarjetas. Falló en algunas ocasiones para decidir cuando sacarlas. No fue claro en el criterio. Pero pudo sobrellevarlo bien en un cotejo donde se metió mucho y no incidió en el resultado).
Cancha: Flandria (buena).
Público: 4500 personas.
