Pasadas las 21.45 horas, la dirigencia de Chicago le pidió a Mario Franceschini que diera un paso al
No tendría que sorprender a nadie. Siempre se es de esperar cuando a un equipo las cosas no le salen en lo deportivo o sobretodo en los resultados. Y todo lo bueno que hiciste, que escribiste, que lograste, queda a un plano que ni siquiera es el segundo. El fútbol argentino vive del aquí y del ahora, lo apremian las presiones de descensos y cada partido es una prueba. No será Mario Franceschini el último entrenador que a cuatro meses de haber conseguido un ascenso tenga que irse del club por malos resultados, simplemente Mario pasa a engrosar la numerosa lista de colegas renunciantes o despedidos. Tampoco debería sorprender esta decisión cuando hace rato se viene hablando o poniendo en duda la continuidad del DT en Mataderos. Si en la fecha 6 el "Torito" no le ganaba a Merlo (lo goleó 5 a 1) Franceschini la iba a tener difícil, casi como la tuvo cuando perdió de local con Banfield, tras tomar aire con el empate en el Ducó ante Huracán. De hecho en la décima con Banfield, muchos esperaban el paso al costado del entrenador, sobretodo porque no querían cargar con una decisión que afecte en lo económico. Así y todo el lunes siguiente a esa derrota, se habló con Mario para evaluar cómo se seguía. Franceschini siempre se mostró con ganas y fuerzas para revertir la situación, "el plantel me responde dentro de la cancha", solía decir. Sin embargo antes de Instituto se sabía, era de público conocimiento que una derrota en Córdoba o un empate dependiendo cómo se de, era el fin del ciclo. Incluso algunos pensaban en su cabeza al sucesor, como adelantándose a un hecho que parecía consumado. Ante el asombro de muchos, en Alta Córdoba el "Torito" hizo pata ancha, ganó y le dio vida al técnico. Vida que no pasó mucho más de una nueva derrota, en Bahía con Olimpo. Algunas pensaban que la victoria ante "La Gloria" le daba el aire suficiente como para soportar una derrota en Bahía ante el escolta y sí jugarse las fichas en casa con Atlético. Pero no, la soga se estiró y se cortó. Podrán cuestionarse formas. Uno podrá preguntar si la idea era sacarlo post derrota por qué no hacerlo el mismo domingo y no un martes a la noche perdiendo dos días de laburo para alguien como Ariel Melián ahora que debe tomar el timón. Otro dirá por qué el triunfo en Córdoba no sirvió para bancar un traspié (injusto) ante uno de los mejores equipos, en un partido de los "perdibles" y esperar la respuesta en casa. Algunos pensarán que está mal tratar así a los ídolos y que encima logró hace cuatro meses el ascenso tan deseado. Aquellos pensarán en el sucesor, si estará capacitado, si logrará lo que Mario Franceschini no en estas 12 fechas. La realidad es que esta tarde se programó una reunión de los popes de la dirigencia con el cuerpo técnico a las 20.30 horas en un bar de Flores. La realidad es que la decisión estaba tomada y que a pesar de que el presidente Sergio Ramos está fuera del país por cuestiones laborales, está al tanto del tema y sabía de la decisión y la apoyó. El Secretario Daniel Ferreiro y el Vice Daniel Blasco, junto con el tesorero y el encargado de fútbol, llevaron adelante la charla y le expresaron sintéticamente que el ciclo estaba acabado, que veían que había que dar un golpe de timón. Obvio no lo tomó bien el DT, al contrario, salió masticando bronca y expresando su descontento, fundamentalmente con Ferreiro y Blasco, a quienes acusó de nunca respaldarlo y de "traicionarlo", al darle el apoyo el domingo en Bahía y dos días después despedirlo. En principio se llegó a un acuerdo económico y cobrará hasta el último día trabajado a pesar de tener contrato hasta junio del 2013. La posta la toma Ariel Melián en forma interina este miércoles a las 9.30 horas en el Banco Central. La idea es que dirija uno o dos partidos a lo sumo. Y la idea es comenzar mañana el plan técnico, barajar apellidos y empezar las charlas. Ofrecimientos hubo y muchos en apenas 20 minutos, apellidos en la cabeza de los dirigentes también. Ahora sólo hay que esperar.
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