Con un Gomito sobresaliente en el primer tiempo, Chicago despachó a Fénix 3 a 0 y logró una victoria que lo deja en la puerta del ascenso. Al líder se le hizo más fácil gracias a la tonta expulsión de Cerruti a los 19 minutos de juego y gracias al aporte goleador del 10 que anotó dos (el segundo para enmarcar en un cuadro) y generó el penal que convirtió Farías, todos en los últimos minutos de la primera parte.
Tener un jugador distinto en buen nivel te simplifica muchas cosas. Pero encontrar un distinto que siga jugando en gran nivel, que siga siendo determinante a los casi 40 años es realmente muy difícil, casi misión imposible. Y la suerte que tiene el ascenso argentino es que tiene a uno de esos que están en extinción, más allá que muchos puedan sufrirlo, y uno solo disfrutarlo, Christian Gómez es de esos por los cuales hoy vale la pena pagar una entrada.
Hoy arrancó dubitativo, errático, absorbido por la marca, pero se encendió 15 minutos y con eso nomás hizo que Chicago golee 3 a 0 a Fénix, un resultado que marca una holgura que por momentos no tuvo el trámite del partido. Fueron 15 minutos endemoniados, donde encontró huecos para moverse post expulsión de Cerruti, abrió juego a las bandas, y empezó su carrera goleadora empalmando de volea rastrera un centro al vacío de Caballero, para abrir un partido hasta ese momento de trámite parejo. Después se movió de nueve, aguantó con el pecho un pase de Barbona y cuando se destinaba a patear, Sosa lo taló abajo y lo dejó rengo del dolor. No pudo patear el penal y Farías marcó el 2-0 con seguridad. Pero la frutilla del postre llegó en tiempo añadido, un gol que pocas veces se ve, sin dudas ya en la lista de los 10 mejores del año. Comandó la contra, abrió para Melo que la dejó correr para la entrada de Scifo que habilitó bárbaro a Baldunciel que metió la pelota al segundo palo. Allí, casi sin ángulo y con la línea de fondo como testigo, más Sosa en el piso impidiendo el remate, hizo una de potrero, de papi fútbol. La pisó para atrás, la picó y la metió en el medio del arco. Aplausos, sólo eso. 3-0 y final del partido, bah, en realidad del primer tiempo, pero no había más partido. Fénix con 10 y con tres goles abajo no tuvo la capacidad de reacción necesaria, cuidó su arco para tratar de evitar más goles. Chicago mermó su marcha en el complemento, cuidó piernas en un equipo cansado por tanto trajín, reguló y buscó sobretodo con Petrovelli (que buscó más que nadie después de tantos partidos sin jugar su gol) el cuarto, que puso ser si el asistente no anulaba el gol de Baldunciel por un off-side dudoso.
Pero más allá del cómodo y casi intrascendente segundo tiempo, y del partido de Gómez, hubo un partido. Que arrancó complicado para el puntero, porque no estaba preciso, no estaba bien con la pelota, le costaba armar juego, los laterales no eran claros. Guede se la jugó sin nueve de área, Gomito hizo las veces de. La idea era clara, con Cerruti y Zúccaro enfrente, el DT quería jugar por abajo, sacar a Gómez del área a armar para sacar a los centrales y generar espacios para la velocidad de Melo y Baldunciel, pero pocas veces lo logró.
Fénix salió de igual a igual, con recaudos, con dos líneas bien plantadas, pero buscando por afuera complicar con la velocidad de González por izquierda y Puch por derecha. Más la clase de Ruiz y el coraje de Riquelme, que sólo se dabatió todo el partido con la defensa de Chicago y ganó más veces que las que perdió. De hecho antes de los 20, si bien nunca llegó claro, Fénix ya había hecho revolcar más de una vez a Tauber, que después, en el 2-0 fue clave para evitar el descuento de González al tapar un remate a quemarropa del 11, que le daba vida al de Pilar.
Pero a los 20 Cerruti infantilmente se hizo echar, pisó en la mitad de cancha a Melo y dejó con 10 y con un gran problema a la visita. Sin el central, Silva se metió en la cueva pero dejó el hueco en el medio, y sobretodo la dupla central no fue firme como antes. Fénix se refugió, Chicago lo presionó, lo atacó por las bandas y jugó en campo rival con los centrales en mitad de cancha. No generó peligro hasta el momento Gomito del partido. Ahí fue eficaz y contundente, llegó tres e hizo tres. ¿Exagerado? Sí, pero a esa altura a la gente poco le importaba. ¿Qué no arrancó bien y que la expulsión fue clave? También, pero menos importaba.
Después vino el segundo tiempo que estuvo de más. Uno cuidó que no le hagan más goles y trató de generar peligro con la voluntad de Riquelme. El otro se dedicó a cuidar jugadores, piernas y a hacer correr la pelota para que el tiempo pase, a afirmar la idea y a liberar la mente de cara a lo que viene. Nada más y nada menos que un ascenso casi seguro, a espera de si será en Temperley o de local ante Suárez, sólo es cuestión de fechas y de matemáticas. Futbolísticamente no quedan dudas.
SINTESIS
NUEVA CHICAGO (3)
Nicolás Tauber; Adrián Scifo, Matías Escudero, Germán Lanaro, Martín Caballero; Agustín Farías, Roberto Bochi, David Barbona (58, Emmanuel Fernandes Francou); Alejandro Melo (74, Federico Fattori), Christian Gómez(c) (47, Ezequiel Petrovelli) y Lucas Baldunciel.
Suplentes: Daniel Monllor, Ariel Coronel, Isaac Acosta y Andrés Montenegro.
DT: Pablo Guede.
FENIX (0)
Sebastián Hernández; Diego Sosa, Daniel Cerruti, Martín Zúccaro(c), Adrián Torres; Mariano Puch (77, Ariel Carreño), Joaquín Marcos, Hugo Silva (69, Guido Rutilli), Daniel González; Leonardo Ruiz (ET, Iván Ramírez) y Marcos Riquelme.
Suplentes: Héctor Santillán, Leonel Bargas, Nicolás Gianni y Gonzalo Gil.
DT: Sergio Gómez – Favio Orsi.
GOLES: (32) y (45) Christian Gómez (NCH), (42) Agustín Farías –p- (NCH).
AMONESTADOS: Gómez, Caballero (NCH); Sosa, Silva (F).
EXPULSADOS: (19) Daniel Cerruti (F), por juego brusco.
INCIDENCIAS: No hubo.
ARBITRO: Lucas Di Bastiano (bien).
ASISTENTES: Pablo Brusca y Miguel Rosetti.
CUARTO ARBITRO: Julio Barraza.
LA FIGURA: Christian Gómez (NCH).
ESTADIO: Nueva Chicago.
CAMPO DE JUEGO: Bueno.
PUBLICO: 18.000 personas aprox.
