Primera Nacional - CENTRAL CÓRDOBA (SGO)

Javier Ferreyra: "Ahora me van a conocer más"

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Es paraguayo, pero hace 14 años que vive en Argentina. Admite que el hincha del Ferro casi no lo reconoce, pero sueña con ganarse más minutos.

Cuando entró con la casaca 18, muchos se preguntaron quién es. Pero cuando metió el cabezazo que le valió el triunfo a Central Córdoba sobre Sportivo Belgrano, a pocos les importó saber su nombre. Lo cierto es que Javier Ferreyra, el autor del 1 a 0 ante los cordobeses, tuvo el domingo en el Oeste sus "cinco minutos de fama", pero ahora pretende que no sea efímera y espera entrar en la memoria del hincha ferroviario.

"Me conocen muy poco", afirma este paraguayo de 23 años que ya no tiene el acento guaraní como sí lo tiene su compañero Marco Prieto. Es que Javier, que nació en San Pedro, dejó su país de niño. Y desde que tenía nueve años vive en La Plata con su familia. Allí, en la ciudad de las diagonales, están todavía su mujer y su hija. "Las tengo que traer a Santiago, por ahora estoy viviendo solo en un departamento", cuenta con su timidez habitual, mientras no se despega del termo y el mate, otro sello distintivo.

Hizo Inferiores en Gimnasia y Esgrima La Plata y luego pasó a Defensa y Justicia, club dueño de su pase. "Soy jugador de Defensa y acá vine a préstamo. El año pasado me había ido a préstamo a Flandria, después volví a Defensa y me dijeron si quería venir a jugar acá y me vine", resume al contar sobre su llegada a Santiago, que se dio casi en silencio y casi de casualidad, como su ingreso en el partido del domingo.

Es que Ferreyra no estaba en los planes de Central Córdoba. Richard Estigarribia, otro paraguayo, había sido anunciado por la dirigencia como refuerzo. Pero no pudo venir por problemas familiares y se quedó en su país. Y casi sobre el cierre del libro de pases apareció Ferreyra. "Me habían comentado algo, no mucho", dice cuando se le recuerdan esta situación. "Pero me hicieron la propuesta, me gustó y me vine para acá", agrega convencido de la decisión que tomó.

Y su ingreso entre los 18 también se dio por razones fortuitas, ya que Carlos Herrera está lesionado y Pablo Bastianini estaba suspendido. "Mi chance llegó por las lesiones y las expulsiones, te va tocando así. Hay jugadores que quieren volver, compañeros que quieren entrar, es todo un conjunto esto y las cosas funcionan así", dice y acepta las reglas del juego.

Y para no ser menos que el resto y estar preparado para cuando llegue su momento, que de hecho ya le llegó el domingo pasado, aceptó sin reparos jugar un partido en la local. Fue en el 6 a 1 sobre Independiente de Fernández, con un doblete suyo. "Obviamente que eso te sirve, un jugador si no tiene fútbol, no tiene ritmo de juego y no está bien. Nosotros pensamos en eso y cuando no estemos en el primer equipo, hay que tratar de jugar ahí", reflexiona.

"Mis compañeros y el cuerpo técnico me felicitaron en el vestuario, fue muy lindo todo porque ganamos, pero no hay que relajarse y hay que seguir metiéndole para adelante", cuenta para cerrar el mágico capítulo del domingo pasado.

Y confiesa que todavía no es conocido: "La gente en Santiago me ha tratado muy bien. Me conocen muy poco, pero la gente que me conoce me trata bien, me habla, me quiere, los chicos acá también, tenemos un buen grupo".

"Algunos hinchas me reconocen en la calle, otros no, la mayoría me dice cosas que me motivan, son cosas positivas. Seguro ahora me van a conocer más, vamos a ver", agrega con una sonrisa cómplice.

"Ojalá pueda ganarme más minutos en cancha", se ilusiona Javier, como se ilusiona con este Central Córdoba de Medero: "Luis nos dio una idea de juego que la estamos implementando y trabajando día a día".