Los sentimientos que abundan en el plantel de Atlético Paraná claramente son de amargura, impotencia y bronca por el mal presente por el que se atraviesa. Lo futbolístico se tornó complicado. Los resultados no llegan. Y la cadena no se corta hasta el momento.
Las miradas están centradas en los delanteros. Pero el trabajo colectivo en general está por debajo del nivel normal y de no volver a encontrar ese equipo homogéneo que supo tener el Decano, los resultados seguirán siendo negativos. No es adelante, ni al medio, ni atrás. Es un problema general.
El Gato retomó los trabajos el lunes con una sesión de entrenamiento que se desarrolló en una cancha de fútbol cinco, ubicada en calle Churruarín, debido a las desfavorables condiciones climáticas que aquejan a la capital entrerriana.
El martes, la lluvia no mermó y otra vez la jornada se tuvo que llevar a cabo en un campo de césped sintético. Por esta situación y debido a la incomodidad para realizar las tareas pretendidas, poco se pudo saber del equipo que se posicionará en Mendoza. Este miércoles hay una nueva práctica pero el escenario no fue confirmado; sí, que se desarrollará por la tarde.
La undécima fecha del torneo de Primera B Nacional se disputará entre el próximo sábado y lunes. En la sede de la AFA se llevó a cabo el respectivo sorteo de los árbitros para cada compromiso y el que sostendrán Independiente Rivadavia de Mendoza y Atlético Paraná, el domingo a las 18.10, será dirigido por Ramón Guaymas.
