El arquero del Canario, Leonardo Griffo, se sacó el casete y sostuvo que "ahora tenemos la responsabilidad de ascender. Porque a medida que van pasando los partidos, uno siente más la responsabilidad de quedarse con el logro. Es así".
Siete partidos por delante. Seis equipos en carrera. Y un solo objetivo: el título. El premio mayor, el ascenso al Nacional B. El torneo de la Primera B Metropolitana entró en la recta final. Y Flandria no quiere bajarse de la pelea.
Para eso, el primer paso es en Berisso. Este lunes, desde las 15.30, visitará a Villa San Carlos en un duro compromiso ya que el conjunto platense quiere sumarse a ese lote de arriba, aunque está a once puntos del líder Colegiales. En casa, el conjunto Celeste lleva siete sin perder, con cuatro victorias.
"El partido con San Carlos es otra final. La primera final de las siete que quedan. Sabemos que dejar puntos en el camino te puede alejar del objetivo. El objetivo es el ascenso. No vamos a ‘caretearla’, el objetivo es ese. Se puede lograr y está para cualquiera. Nosotros tenemos mucha fe, este grupo está confiado de que lo puede lograr", reconoció Leonardo Griffo.
El capitán del equipo sostuvo que "estamos confiados más que nunca. Ahora tenemos la responsabilidad de ascender. Porque a medida que van pasando los partidos, uno siente más la responsabilidad de quedarse con el logro. Es así".
A Colegiales (28 puntos), Fénix (22), Flandria (22) y Atlanta (21), ahora también se sumaron Tristán Suárez (21) y Español (19). "El mejor equipo, el que esté más sólido y el que saque la mayor cantidad de puntos, es el que se va a quedar con el campeonato", afirmó el arquero.
El fin de semana le dio más vida que nunca al Canario. Es que a la victoria del viernes en el Carlos V se le sumó el empate del Tricolor y la caída del Cuervo. En cuanto a la victoria frente a Acassuso en el último encuentro, Griffo sostuvo que "fue positivo en el sentido del resultado", aunque reconoció que "somos conscientes que jugamos un partido malo, que tuvimos un primer tiempo que fue de los peores del campeonato. La sacamos barata en ese primer tiempo. Y en el segundo mejoramos en intensidad y nos llevamos el resultado favorable para nosotros".
"Puede ser que en una parte haya afectado el partido en Munro. Pero pueden ser muchos factores anímicos, sensaciones que tenemos de querer estar ahí arriba. Quizás el inconsciente te traiciona pero supimos revertirlo en el segundo tiempo. Somos conscientes de que cada partido es una final y si dejábamos escapar esos puntos, todo se volvía cuesta arriba. Después es muy difícil quedarse prendidos ahí arriba", cerró el arquero Canario.
