Primera Nacional - ESTUDIANTES DE SAN LUIS

Dos líderes que suman

ESTUDIANTES DE SAN LUIS, B NACIONAL, MOSSET, MONAY
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Mosset, sin lugar en los 11 y a veces afuera de los convocados; y Monay, recuperando terreno entre los volantes, son referentes que pechan por el "Verde" desde donde les toque estar.

Personalmente confío plenamente. Son reiteradas las ocasiones difíciles en las que el grupo y el equipo siempre apareció y ésta es una demostración más. Hay un largo camino para abrochar la continuidad en la categoría, pero confío en mis compañeros y en el cuerpo técnico. Va a salir todo de la mejor manera", dice Marcelo Mosset, quien arrancó el 2017 como defensor central titular, y capitán, en el 2-0 abajo ante Juventud de Gualeguaychú. Fue el inicio de la era Asad como DT y la peor presentación del equipo en doce fechas de este año. Tras ese juego, "Tato" no volvió a jugar en el once inicial.

Mosset, profesional de dilatada experiencia, desde que llegó a Estudiantes, hace dos años y medio, se mostró como referente y líder de vestuario. Desde el lugar en el que le tocó, siempre es de los que suman.

"Lo fuimos aprendiendo a lo largo de nuestra carrera, y cuando uno se convirtió en referente, por edad, trata de hablar todos los días con los más chicos y transmitirles algo. En este momento estoy preso de mis palabras, hay que defender lo que uno dijo, poner el pecho y que los muchachos me vean bien. Que las palabras no queden en el aire. En la carrera de futbolista te toca estar en todos lados… jugar, ser capitán, indiscutido y no estar en la consideración del entrenador o que un compañero esté con un rendimiento por arriba del tuyo", sostiene el santafesino.

Miguel Monay, otro de los líderes de este plantel, perfil bajo y de buen diálogo con los compañeros, pasó largo tiempo lesionado y desde esta pretemporada fue recuperando terreno. Recién fue titular ante San Martín de Tucumán. Luego, con el regreso de Jonathan Mazzola, regresó como opción de recambio.

"Acá estamos todos involucrados, nos toca estar afuera, pero si nos vamos al descenso nos vamos todos, y al prestigio lo perdemos todos; por eso intentamos hacer entender que en este momento tenemos que estar todos juntos y unidos", sostiene el rafaelino, quien en junio, cuando caduque su contrato, cumplirá tres años con la camiseta verdiblanca.

"Ahora hay una distensión después de los dos triunfos, fue un desahogo, había mucha presión y en los entrenamientos estábamos fastidiosos, no los disfrutábamos. Pero es un desahogo con los pies en la tierra, esto es fin de semana tras fin de semana, sin regalar nada. Estamos un poco más sueltos, lo necesitábamos, pero nada más", remarca Miguel.

El defensor y el mediocampista siguen perfeccionando sus carreras para cuando le bajen la persiana al jugador, y parece que en varias charlas surge la idea de conformar una dupla técnica. No lo confirman… tampoco lo desmienten. Coinciden en "disfrutar todos los días al máximo".

"Está siendo difícil verse sin la ropa de jugador, no pudo proyectar qué quiero porque no puedo sacarme el jugador de encima, la que lo está sufriendo es mi señora", dice Monay, y sonríe.

"Creo que hay que entregarle todo el físico y la cabeza a esta profesión, me queda rosca y aunque es complicado en lo personal, porque no estoy jugando y al jugador grande eso le hace evaluar otras cosas, yo creo que tengo algo más para darle al fútbol, y este momento me lo demuestra, estoy entero y a disposición", sentencia Mosset.

En un equipo con pretensiones (sea para dar una vuelta olímpica o para zafar) se necesita de las buenas energías, de los buenos futbolistas y de la buena gente. Mosset y Monay reúnen esos atributos y los exponen desde el lugar en el que estén.