Argentino A - ALVARADO

Quedó dado vuelta

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Alvarado tenía todo a favor ante Juventud Unida de San Luis, al estar en ventaja y jugar con un hombre más desde los 15 minutos. Sin embargo, los puntanos, inteligentes revirtieron el marcador y dejaron a los de Noto con poca chance de clasificar. Imágenes Parecía que todo estaba de su lado. En apenas 15 minutos de juego, Alvarado ya ganaba anoche una “final” ante su gente y se encontraba en superioridad numérica ante la expulsión de Patricio Landa Garza. Pero el equipo marplatense nunca disfrutó del hombre de más ante un rival inteligente, que sacó fuerzas, temple y juego para revertir desarrollo y marcador en un Minella caliente. Juventud Unida dio vuelta el partido y, pese al transitorio empate a puro corazón de los marplatenses, los puntanos volvieron a clavar una puñalada para ganar 3 a 2 y llevarse una clasificación heroica de Mar del Plata. La derrota redujo demasiado las posibilidades del equipo de Gustavo Noto para ingresar al Endecagonal final del Argentino A. Es que ahora, Alvarado deberá romper su magra racha sin triunfos como visitante ante Rivadavia de Lincoln y, además de ganar en rodeo ajeno, deberá aguardar por varios resultados favorables. No dudó Alvarado en tomar la iniciativa de un partido vital. La propuesta dispuso de una presión alta y, una vez recuperado el balón, desequilibrar por afuera con el desdoblamiento de ambos laterales. Ceballos arrancó muy activo y Castillo fue decididamente delantero. El equipo marplatense tenía todo el apetito pero le faltaba la profundidad. Por eso fue oportunísima la apertura del marcador mediante la pelota detenida. Fue en un tiro de esquina a los 13’ , en el que Alvarado amontonó gente en el área chica y, tras el rechazo de la defensa visitante, Gáspari capturó el rebote en el corazón del área y, de primera, se llenó el empeine para dejar parado a Salgueiro y poner el 1 a 0. El gol sacó de quicio a Landa Garza, el “10” visitante, quien apenas reiniciado el juego bajó bruscamente a Ceballos y se fue merecida y tempraneramente a las duchas. Para colmo, Milton Zárate, maltrecho casi desde el inicio, tuvo que salir por lesión. Parecía que el panorama se ponía a pedir de Alvarado. Pero desde lo posicional, Juventud supo disimular muy bien la inferioridad numérica. Revuelta acudió a un delantero (William Peralta) para reemplazar a Zárate, el equipo puntano se mantuvo corto (se paró con un 4-3-2 con poco espacio entre líneas) y no sólo que le discutió la posesión al local, sino que hasta arrimó peligro a partir de la dinámica de sus mediocampistas y la peligrosidad de sus delanteros. A los 33’, en una buena contra, Albarracín giró y habilitó a Mauro Aguirre, que remató alto. El propio Aguirre llegó a espaldas de Tello a los 37’ y disparó débil, mientras que a los 47’ fue Albarracín el que obligó a una muy buena intervención de Evangelisti abajo. Así, Alvarado se fue al descanso en ventaja y con un jugador más, pero sin espacio para relajarse. Juventud Unida concretó en la reanudación todo lo bueno que había insinuado en ese cierre de la primera etapa. Porque mantuvo la intención de jugar lejos de su arco para sacarle ritmo a Alvarado y buscar el empate. Lo consiguió a los 9’, cuando Aguirre llegó profundo por la izquierda y, tras el centro, Castellano anticipó con una gran diagonal para estampar el 1 a 1. Y tres minutos más tarde, William Peralta metió una daga ante una defensa abierta para el perfecto desmarque de Albarracín, que la picó ante Evangelisti y dejó atónito a todo el estadio. El nerviosismo se apoderó de Alvarado, que fue con corazón pero equivocó los caminos. Desesperado, llenó de centros (varias veces mal ejecutados) el área visitante sin éxito. Noto mandó a Eric Dierckx a la cancha por Vitale y el doble “9” era una tentación ineludible para cada poseedor de balón. El partido pasó a jugarse definitivamente en campo puntano y Alvarado, ciego pero con mucho empuje, encontró la igualdad a los 28’ por una genialidad de Dierckx. Tras una cesión de Anívole, el “Tanque” recibió en el vértice del área penal y la colocó con clase en el ángulo más lejano a Salgueiro. Golazo. Pero los riesgos lógicos de ir a buscar la victoria a fondo sin demasiada inteligencia, a veces se pagan. Al local no le quedaba otra que ir, terminó con cinco delanteros pero quedó expuesto ante un rival letal que no lo perdonó. A los 35’, tras una pérdida de los marplatenses en campo rival, Ojeda filtró un pase en una defensa abierta y dejó a William Peralta mano a mano con Evangelisti, que no tuvo otra que derribarlo adentro del área. Marcos Fernández cambió penal por gol y ya no hubo retorno para el “Torito”. Esta vez no hubo lugar para la heroica pese al esfuerzo de Dierckx (casi lo empata a los 49’). Y el elenco de Noto terminó lamentando una derrota inesperada. Por el envión anímico que traía y por las circunstancias mismas del partido.

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