La derrota del lunes ante Juventud Unida Universitario de San Luis, ganando 1 a 0 y con un hombre más durante 75 minutos, que lo dejó a Alvarado dependiendo de un milagro para clasificar al undecagonal final del Torneo Argentino A, fue el detonante para que Gustavo Noto decidiera dar un paso al costado de la dirección técnica del club. La sorpresiva noticia, teniendo en cuenta que sólo restaba una fecha para la finalización de la etapa regular, fue confirmada a 0223.com.ar por el ayudante de campo Gonzalo Del Río. Ya se menciona a Marcelo Zwicker como posible sucesor. Así es Alvarado. Cuando uno menos se lo imagina, sale una "bomba" que cambia el andar de las redacciones. Porque el partido que había perdido ante Juventud se sabía que había golpeado duro en el ánimo del plantel, que las posibilidades de clasificar se complicaron en demasía y que la relación con parte de la dirigencia no era la mejor. Pero habiendo pasado sin sobresaltos el martes, nada hacía pensar que el miércoles por la tarde Gustavo Noto iba a dar el portazo y avisarle a los jugadores que ya no seguiría al frente del plantel. Era vox populi que difícilmente aguantara en el cargo si no lograba meterse en el undecagonal, más allá que, según la Comisión Directiva desde un primer momento, el objetivo primario era mantener la categoría, algo que hasta el momento está cumplido con creces. Sin embargo, el no haber podido sumar muchos puntos de visitante, dos derrotas claves como local (con Defensores de Belgrano y esta con los puntanos), el rendimiento irregular del equipo y el malestar de algunos dirigentes, colaboraron para que el balance no se vea tan positivo. Si bien es prematuro para hablar de futuro entrenador, cuando la salida de Noto se produjo hace instantes, el nombre que picó en punta para la sucesión es el de Marcelo Zwicker. El ex entrenador de Cadetes y Unión siempre apareció en la lista cada vez que se puso en duda la continuidad del cuerpo técnico actual y, por supuesto, es el principal candidato para hacerse cargo del plantel rápidamente. Alvarado no tiene tiempo para perder y debe tener al entrenador cuanto antes, pensando en el encuentro del domingo a las 17 ante Rivadavia en Lincoln. Porque las chances de clasificar son pocas, pero están, y deberán hacer lo imposible para dar el batacazo (ganar afuera después de 23 partidos) y esperar que los otros resultados acompañen.
