Para el DT, Alvarado llega bien al debut en la nueva categoría. Quedó conforme con el plantel que se conformó y su aspiración es "mantenerse lejos de la posición de descenso". También deslizó lo que pretende para el equipo.
Juan Pablo Pumpido siempre respiró fútbol. Nació con la pelota bajo el brazo y, a los tres años, su padre Nery le regaló la Copa del Mundo. A los 21 empezó como ayudante de campo en las inferiores de un club de su ciudad natal, Santa Fe, y a los 33 ya fue técnico principal en Primera División. Tras sus experiencias en Unión y Patronato, llegó a Alvarado para reemplazar a Mauricio Giganti en el momento más importante de la institución marplatense. "Es algo hermoso participar de un año histórico para el club", dijo sobre el desafío que comenzará el domingo en la Primera Nacional.
El vínculo de Pumpido con Alvarado se inició el 6 de julio, cuando firmó contrato. Desde entonces pasaron 41 días muy intensos. "Estuvimos las 24 horas del día con la cabeza en el club. Trabajamos con (Gustavo) Gatti y ‘Wenchy’ (Méndez) para la llegada de los jugadores, porque prácticamente empezamos de cero. Queríamos que se queden once jugadores del plantel pasado, pero finalmente arreglaron seis. Por eso salimos a buscar tantos refuerzos. Se trabajó contrarreloj, pero lo hicimos rápido", expresó el DT de 36 años.
– ¿Quedaron conformes con el mercado de pases?
– Dentro de las posibilidades del club, lo que ofrecía el mercado y lo que pretendíamos traer, estamos conformes. Hay jugadores grandes de trayectoria, otros con experiencia en el ascenso y jóvenes que vienen a ganarse un nombre en el fútbol. También hay gente que conoce el club y tiene experiencia.
– ¿En estos últimos hay que apoyarse cuando el plantel tiene tantos nombres nuevos?
– Fue la idea en un principio, dejar una base y a partir de ellos armar el grupo. Lo planteamos de esa manera. Seis siguieron y otros que pretendíamos no arreglaron por una cuestión económica.
– ¿Con qué club te encontraste?
– Con una institución ordenada, en pleno crecimiento. Con gente que trabaja día a día con ganas de mejorar. Estoy sorprendido por la magnitud del club. Uno sabía de la popularidad, pero no otras cosas, como el predio impecable que tiene.
– ¿Qué cosas esenciales pretendés para tus equipos?
– Orden, agresividad, buen trato de balón y transiciones rápidas, con ataques directos. Después hay matices en cada partido.
– ¿Van a necesitar un tiempo para poder desarrollar tu idea de juego?
– Hay un plantel y cuerpo técnico nuevo. Entonces no se va a ver lo que pretendemos ya en la primera fecha. Pero en este mes trabajamos bien y ya todos saben a lo que queremos jugar, hay una idea clara y vamos en búsqueda de un buen funcionamiento.
– En general, los técnicos arriban a un club en momentos delicados. ¿Qué significa llegar a Alvarado en su etapa más importante?
– Es algo hermoso participar de un año histórico para el club. Va a ser muy difícil porque es la primera vez en la categoría. El objetivo es mantenerse lejos de la posición de descenso. Hay que disfrutar y tratar de conseguir resultados acordes al momento del club.
– ¿Es un alivio que haya un solo ascenso por zona y no dos?
– Un alivio no es porque las exigencias van a ser las mismas. Es una posibilidad menos de descender.
– ¿Te gusta el formato de torneo?
– El análisis lo vamos a hacer al final, pero me parece muy buena la forma, entretenida.
– ¿Son parejas las zonas? ¿Quiénes son los candidatos?
– Sí, las zonas son muy parejas. En realidad, el fútbol argentino es parejo. Por poderío económico sobresalen Belgrano o Tigre, pero nadie gana con la camiseta.
– ¿Más allá de tu padre, quiénes fueron tus guías en esta profesión?
– Aprendí de todos los técnicos que tuve cuando jugaba. Obviemente que mi ‘viejo’ (Nery Pumpido) estuvo en el camino. Estuve toda mi vida metido en el ambiente del fútbol, por eso pude ver y escuchar mucho. Trabajé mucho tiempo con Roberto Trotta y Eduardo Magnín. Uno en esta profesión nunca deja de aprender.
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