Federal A - SPORTIVO BELGRANO

El día D será el martes

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Domizzi viajó a Rosario luego de la victoria ante Chaco For Ever y mañana estará regresando a la ciudad para reunirse con Pablo Esser. Por contrato sería su último día de trabajo. En comisión directiva analizan si seguirá al frente del plantel.
Es prácticamente una novela; todavía sin un final conocido. El vínculo contractual del director técnico de Sportivo Belgrano culmina mañana martes y las dudas por si debe renovar o cerrar su ciclo están a flor de piel en la comisión directiva de Sportivo Belgrano.

Claro está que no es una fija que vuelvan a firmar contrato, sino el mismo ya se hubiese rubricado. Los números de Domizi al frente de la verde son muy buenos en porcentajes, casi el 50% de los puntos en disputa conseguidos en el año de trabajo que lleva, pero no solo eso ponen sobre la mesa los encargados de conducir al club de barrio Alberione.

El "pájaro" tuvo un domingo con matices ante Chaco For Ever; ganó 2 a 1 un partido que se le complicó por inferioridad numérica y la presión sobre su posible o no continuidad parece haberlo afectado. Se cruzó feo con Walter De Souza cuando se fue expulsado, luego se peleó con el entrenador de la visita porque no devolvieron un balón en campo. Sobre el final se metió a la cancha para saludar a sus dirigidos y terminó caminando con lágrimas en los ojos rumbo a los vestuarios tras saludarse con Diego Gottardi, quien no seguirá a su lado por nuevos proyectos.

En conferencia de prensa parecía que iba a anunciar su salida, la sala estaba colmada adentro por periodistas y afuera por dirigentes que no tenían claro lo que podía expresar.

"La reunión en el vestuario fue porque les pedí disculpas a los jugadores por la reacción que tuve dentro del partido, no por lo que les pido, sino por las formas. Desde luego que quiero quedarme, pero la reunión con los jugadores fue pedido de disculpas por la forma de dirigirme en momentos del partido y eso no me da vergüenza o se me va a caer algún anillo", tiró.

En definitiva, Domizzi dejó en claro sus ganas de seguir y en su arribo a la ciudad se sentará con el departamento de fútbol para conversar.