Primera B - LOS ANDES-TEMPERLEY

Un sano puntapié

Dirigentes, allegados, responsables de prensa, medios partidarios, referencias del Aprevide y de la Comisaría 1ra de Lomas se reunieron en la sede Social de Los Andes para limar asperezas, hacer una autocrítica y crecer para que no vuelvan a suceder hechos de violencia en un Los Andes –Temperley
Con Oscar Ferreyra y Hernán Lewin a la cabeza se vivió un clima de mucha camaradería y el compromiso de un crecimiento continuo de ambas instituciones de manera mancomunada.
La rivalidad clásica entre Los Andes y Temperley son 90 minutos dentro de un campo de juego; Un café con algún chiste de por medio, o el grito en el medio de la calle cuando dos hinchas comunes y corrientes, que se conocen de toda la vida, se cruzan por algún barrio de la zona sur.
Lo sucedido el domingo del 1-1 entre el “Milrayitas” y el “Gasolero” es algo que nunca más puede pasar, y para dar el puntapié inicial a este crecimiento, a este aprendizaje para el futuro, se realizó un ágape en las instalaciones de la sede social de Lomas de Zamora
Con dirigentes de ambos clubes, medios de prensa, allegados, mas las referencias del Aprevide y la Comisaría 1ra de Lomas, tanto Oscar Ferreyra, como Hernán Lewin, los presidentes, dieron un discurso conciliador, marcaron las fallas cometidas, y miraron hacia un horizonte donde tienen que seguir forjándose las buenas relaciones, para que estas dos grandes instituciones locales puedan continuar con este crecimiento que se nota desde lo institucional.
Con todos los actores de la escena reconociendo las fallas cometidas y sabiendo que hay que tener responsabilidad en los dichos y hechos, se plasmó un buen paso para erradicar la violencia, bajar el nivel de locura, y subir el de la tolerancia, porque mas allá de las pasiones, son 90 minutos de juego y un hermoso deporte que se mancha
Porque sin importar las camisetas, los hechos que se suscitaron hacen que el sueño de poder volver a las canchas ajenas sea cada vez mas lejano, cuando todos pujamos por el retorno de los visitantes.
Fotos de por medio, fraternidad manifiesta y algo clave luego del protocolo: La gente tanto de Los Andes como de Temperley se mezclaron en la multitud, dialogaron, rieron y pasaron un buen rato ya que todos somos vecinos, nos conocemos, tenemos amigos en la famosa vereda de enfrente, y aun tirando para el lado del club del cual se es hincha, se puede convivir de manera pacifica y entender que el otro es simplemente un rival deportivo, y no un enemigo acérrimo.