Luján y Leandro N. Alem se enfrentaron por la fecha cuatro del Torneo Clausura de la Primera C. Sin embargo, el encuentro fue suspendido cuando apenas habían transcurrido 14 minutos del primer tiempo por graves incidentes en el estadio Municipal.
Un grupo de allegados del Lechero había llegado a la cancha cuando iban 8 minutos de partido. Segundos después, estas personas abandonaron rápidamente sus ubicaciones en la tribuna visitante por el enfrentamiento que hubo entre los hinchas de Alem y Luján fuera del estadio.
Un vehículo con varias personas arribó al lugar y, tras tener un intercambio de palabras con el público del equipo de la Basílica, efectuó una serie de disparos. Con el correr de las horas, se confirmó que hubo 15 heridos de bala y además varios de ellos se encuentran en estado grave. Tras el tiroteo, la situación se tornó aún más grave y los hinchas de Luján y Alem comenzaron a arrojarse piedras y proyectiles.
Los efectivos policiales que se encontraron en la zona intentaron controlar el enfrentamiento pero poco pudieron hacer ante tanta violencia. El jefe del operativo tuvo un corte en una de sus orejas que fue ocasionado por una piedra de gran porte. A pesar de perder mucha sangre, este sujeto siguió desarrollando su trabajo y, al mismo tiempo, asistió a una de sus compañeras, que también resultó herida tras tratar de controlar los incidentes que estaban aconteciendo fuera del estadio.
A su vez, mientras los hinchas seguían arrojándose proyectiles y la policía intentaba reprimir con gases lacrimógenos, una bomba de estruendo cayó en el sector del banco de suplentes en donde se encontraban los jugadores del Lechero. Ante esta situación, el árbitro Nicolás Kresta decidió suspender el partido. De todos modos, aunque la autoridad ya había determinado el final del encuentro, en los alrededores del estadio los incidentes seguían.
A las 16, los integrantes de la Comisión Directiva de Luján les permitieron a los periodistas partidarios de Alem quedarse refugiados en los vestuarios junto a los jugadores para esperar que la situación se tranquilice y poder retirarse. Luego de una hora y media de espera, los comunicadores pudieron abandonar el estadio y regresar a sus hogares.
Los jugadores del Lechero se retiraron tiempo más tarde. Como el micro en el que se habían transportado hasta Luján quedó destrozado por los proyectiles arrojados, tuvieron que esperar la llegada de otro vehículo para poder retirarse de la zona.
A pesar de que varias cámaras lograron captar lo sucedido, aún no hay detenidos. En lo que respecta al encuentro, solamente se conoce el informe de la terna arbitral, que expresó que el partido fue suspendido por los incidentes entre los hinchas y la bomba de estruendo que cayó dentro del terreno de juego.
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