El santo duplicaría lo que el jugador percibe en el albo, que para contrarrestar abrochó el regreso del Arenero López. Cimbronazos y novedades se viven en Gimnasia y Tiro en las convulsionadas últimas horas con jugadores que se van, otros que llegan; certezas y especulaciones crecientes. Lo cierto es que la anunciada salida de Matías Ceballos, quien aún no rescindió en la Vicente López, se veía venir por la voluntad del jugador de buscar “nuevos horizontes”, y se terminó de precipitar luego de las discusiones con el DT Salvador Ragusa tras la derrota del lunes pasado en manos de San Jorge, en el que se fue infantilmente expulsado. Pero la partida de Ceballos, quien viene comunicándole de hace tiempo a los integrantes de la subcomisión su necesidad de buscar “mejores opciones”, tiene un motivo muy especial y se llama Juventud Antoniana. El santafesino fue tentado en las últimas horas por una cifra que duplica lo que el jugador percibe en Gimnasia, situación que termina de acelerar la partida del futbolista. Si bien el volante creativo es resistido por varios hinchas y su salida descomprimirá cierta tensión que se había generado con el DT, la baja será sensible para el albo teniendo en cuenta que no hay un mercado abierto para incorporar jugadores y los cupos son limitados. Sin embargo, como para contrarrestar la baja de Ceballos (sus coqueteos con el santo vienen desde hace meses), Gimnasia consiguió repatriar a Héctor López. El Arenero arregló condiciones de palabra con el albo y solo le falta la rúbrica para el regreso de uno de los jugadores clave dentro de la estructura de Ragusa en el ascenso del 2011. López ocuparía uno de los dos lugares del cupo que permite el Consejo Federal para el receso de pretemporada, porque Diego Ianiero, el otro que está casi abrochado para volver, llegaría en condición de “jugador en litigio” con el club Almagro. En las próximas horas el zaguero negociará la desvinculación del club tricolor, ya que tiene todo acordado con los dirigentes para retornar a Salta. Por su parte, Luciano Cabrera rescindió y dejó de ser oficialmente jugador de Gimnasia.