El Yupa tuvo que esperar más de 100 días para festejar una nueva victoria, y la misma cantidad para gritar dos goles en un mismo partido, que fueron los que le dieron los puntos claves contra el marcador en cero del CAVA.
Terminó el partido. Las lágrimas del relator local caen y la voz se le queda a mitad de camino, al igual que las de todos los hinchas de Yupanqui. Una auténtica final, los últimos minutos fueron a puro roce, barridas e idas a trabar con los dos pies de frente. Hizo todo lo necesario para quedarse en la categoría, necesario para el ánimo del equipo y necesario para la gente, que se va entre lágrimas al igual que llora y grita el relator frente a su celular.
El golazo de La Scaleia rompió todo tipo de planificación. Una pelota que dejó pasar Santino Colángelo para que esta le cayera al delantero y, desde el borde del área grande, la cortara en el aire y la mandara sin escalas hacia el ángulo. La explosión fue total, pero lo mejor estaba por venir.
El partido de alto vuelo se armó en ese momento. De ahí en más, Victoriano Arenas manejó con creces los hilos del partido y agigantó la figura del arquero local, Lucas Alegre, que fue el principal responsable de mantener a su equipo con ventaja. Dos manos a manos tapados y otro disparo peligroso que fue desviado por él mismo lo colocaron en el podio de las figuras. La visita hizo grandes méritos en el primer tiempo como para empatar, pero no aprovechó su mejor momento y lo lamentó luego.
8 derrotas y 4 empates tuvieron que esperar los hinchas del Yupa para poder gritar dos goles en su cancha. Y nunca mejor momento para hacerlo que este, un partido prácticamente por evitar la desafiliación de AFA. Por esto mismo, la pelota que empujó Jean Rousseau en la segunda mitad, cuando parecía que no pasaba nada, desató la locura total, el sentimentalismo por volver a la victoria y la desazón por esquivar la temida promoción.
El trabajo extraordinario del "nuevo" cuerpo técnico, padre e hijo, encabezado por Damián Troncoso, fue clave en la recomposición del equipo. Pasó de ser un plantel desmoralizado, perdido, destrozado a jugar uno de sus mejores partidos del año. Con este resultado, Yupanqui superó a Victoriano Arenas y se colocó 23° con 23 unidades y relegó al CAVA al décimo cuarto lugar.
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