Con gol de Damián Bogado en tiempo adicionado, UAI derrotó por la minima a Luján en la Basílica, aga
Luján estiró su mala racha a siete partidos sin ganar y apenas tiene una victoria a su favor en 10 fechas disputadas. Así, el panorama del equipo de Alberto Velázquez pasó de nublado a tormentoso, ya que el descenso se transformó en su principal preocupación: con las buenas campañas de Sacachispas, El Porvenir y Fénix (recién ascendido), el Lujanero quedó cerca de la zona baja. Esta tarde, cayó por 1 a 0 frente a la UAI Urquiza, repitiendo la historia ante Argentino de Merlo cuando la derrota llegó sobre el final. Los hinchas despidieron al equipo y cuerpo técnico con silbidos.
La UAI llegaba con la intención de recuperar la punta del campeonato, con la pelota al piso. Pero el encuentro flotó en una constante paridad, aunque con diferentes matices y análisis de acuerdo a la coyuntura. En la primera parte, en un terreno barroso y pesado, el juego se inclinó en la mitad del campo. Allí se hicieron fuertes los luchadores, con Maxi Pighin y Martín Pérez Bianchi por el lado del Lujanero. Mientras que el arma de ataque del local era Franco Costas, otra vez en un muy buen nivel, que se acoplaba rápidamente con el ataque. El volante metió un buen remate sobre el final de los primeros 45 minutos que se fue al lado del palo izquierdo.
Sin embargo, más allá de las voluntades individuales, ninguno lograba poner en aprietos a los arqueros. Apenas un cabezazo de Sergio Portillo a las manos de Cano y un disparo de Valenti que Matías Roncoroni tapó en dos tiempos. Muy poco.
En el complemento, se mantuvo ese equilibrio de poderíos, aunque ahora con golpe tras golpe. Es que el partido se abrió y el mediocampo se convirtió en una zona de tránsito rápido. Allí, el equipo de Guillermo De Luca fue un poco más punzante, con el control de Monzón y Valenti, más la movilidad arriba de Garcete. El visitante creó varias situaciones para recuperar la punta del torneo. Primero, Garcete metió un buen cabezazo que tapó Roncoroni. Después, el 1 Lujanero voló espectacularmente cuando Quiroga casi convierte en contra. Y la más clara estuvo en los pies de Coria, que le ganó las espaldas a Monasterio y Quiroga, pero definió por arriba del travesaño.
Más allá de la voluntad y el empuje de su gente, a Luján le costó muchísimo llegar con nitidez. Todo era borroso, nublado. Ni siquiera el ingreso de Félix Orode le dio claridad al ataque local. Apenas un tiro libre de Valicenti a los 28 minutos hizo revolcar al arquero de Villa Lynch.
Los últimos minutos pasaron casi sin trascendencia, quizás por culpa del cansancio físico en un terreno que exigió más de lo normal. Pero a los 46 minutos, Monzón se escapó por la izquierda, tiró el centro y apareció solo Damián Bogado para colgarla del ángulo con una gran definición. Luján sigue en caída y no encuentra respuestas a su crisis.
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