Tras el ascenso a primera división, el entrenador de Rosario Central, con lágrimas en los ojos, agra
Es extraño verlo así. Miguel Angel Russo suele siempre mantener la compostura, hasta en los momentos más extremos. Pero esta vez fue demasiado. El ascenso de Rosario Central a la primera división luego de tres temporadas lo quebró. Con los ojos húmedos, aguantando el llanto, el entrenador agradeció a todos los que "confiaron" en él.
"Hemos sufrido mucho", dijo Russo. "Hemos logrado algo que no es fácil, cinco fechas antes", agregó el DT, quien suma 68 puntos y ya se aseguró su vuelta a la máxima categoría cuando restan cuatro fechas para que termine el Nacional B.
Con la voz entrecortada, ensayó una dedicatoria: "A todos los que me confiaron, a mi hija, a Nachito". "Uno tiene que llegar a los clubes cuando están muy mal, no cuando están bien. Hay que disfrutar y seguir. Es una responsabilidad muy grande", aseguró.
