Primera D - DEPORTIVO RIESTRA 1 - MUÑIZ 0

No alcanzó

Muñiz hizo un gran partido en el Bajo Flores pero se tuvo que volver con las manos vacías tras caer

El que vio el partido de hoy, se fue con la sensación de que fue demasiado premio para Riestra el haberse quedado con los valiosos tres puntos que lo siguen dejando a tres unidades del puntero Argentino de Quilmes. Porque Muñiz le jugó de igual a igual, porque mereció al menos un gol y porque el juego del albinegro se basó en el pelotazo a los delanteros, algo bastante mediocre para un equipo que quiere ser campeón. Además dejó bastante que desear el arbitraje de Damián Rubino, que cobró faltas inexistentes a favor de Riestra, sacó tarjetas por doquier y se vio obligado a echar a Goya, que había pegado patadas durante todo el partido y debió haberse ido antes. Además cuando Riestra se puso en ventaja, escondieron las pelotas y cuando finalizó el primer tiempo, Paz, cansado de que uno de los alcanzapelotas lo fastidiara todo el primer tiempo, le fue a hablar para que parara y casi hay incidentes. Para colmo, este pibe parece que quería seguirla, porque quiso cambiar de arco junto con Muñiz y nuevamente estar atrás de Paz, pero el árbitro no se lo permitió.

Realmente fue una pena. Porque el punto sumaba en la lucha por ingresar al reducido, y en caso de haber conseguido el triunfo, le iba a sacar cuatro unidades a Victoriano Arenas, iba a superar a Ituzaingó e iba a alcanzar a San Martín de Burzaco. La tranquilidad era que, si llegaba a caer, no perdería la quinta plaza. Se sabía que era un partido que podía ser perdible, en el sentido de que el rival era uno de los que peleaba el torneo, pero que el Rayo tenía, y tiene, la capacidad para superarlo. Y en la cancha lo demostró.

Y el partido arrancó parejo, con un Muñiz que intentaba tratar bien la pelota para llegar con claridad al arco y un Riestra que se limitaba a tirar pelotazos para que corrieran Arce y Severino. Una táctica mezquina para un equipo que quiere ser campeón, y que en el primer tiempo a duras penas le alcanzó para llegar al arco.
Casi que no hubo jugadas de peligro en la primera etapa. Por el lado del local, hubo algún desborde, previo pelotazo, que terminó en centro a las manos del arquero. La más clara fue un remate de afuera del área de Damián Arce, que fue de la punta al medio y sacudió; Paz la sacó bien al corner. Los dirigidos por Galeano, en tanto, llegaron bastante bien abriendo la cancha y llegando por las bandas; los centros a rastrón lastimaron bastante a la defensa local, pero despejaron todo lo que entró al área. Centurión la tuvo tras una serie de rebotes, su remate fue débil y se fue al lado del palo.

Los jugadores de Riestra pegaron bastante, y el árbitro no midió con la misma vara las jugadas. Detuvo ataques de Muñiz por faltas inexistentes, como una escapada de Topacio en un pase largo y los dos centrales del local se chocaron; Rubino vio una infracción que no existió y le impidió al Quemero una chance clara de gol. Así hubo otras que el juez no vio y eran para el visitante.

El partido terminó con un incidente entre Claudio Paz y un alcanzapelotas que estuvo fastidiándolo toda la primera etapa, parece que el arquero de Muñiz reaccionó y le dijo algo, la hinchada se quejó, algunos jugadores de Riestra quisieron ir a forcejear pero todo quedó ahí. Cuando los equipos salieron para el segundo tiempo, el mismo alcanzapelotas del incidente y que en la primera etapa estaba en el arco que daba a la tribuna local (donde estaba Paz), se quiso ubicar ahora en la visitante (donde le tocaba al 1 del Rayo en la segunda etapa), con claras intenciones de seguir fastidiando. Parece que esto fue informado al árbitro que lo hizo irse al otro arco.

El segundo tiempo siguió parejo, y Rubino siguió parejo con su arbitraje, si bien empezó a repartir amarillas por doquier, siguió cobrando faltas dudosas. Una terminó en riesgoso tiro libre para el local; tras un fuerte remate de Arce al palo del arquero, Paz volvía a ganarle el duelo y se la sacaba otra vez al corner.
Hasta que, promediando los 20′ del segundo tiempo, la técnica del pelotazo dio resultados y Arce agarró a contrapierna a la defensa visitante, se fue solo contra el arquero y definió por debajo del cuerpo de este cuando salía a achicarle; fue el 1-0 que daría cifras definitivas al encuentro.

Galeano mandó al campo primero al Ricky Gómez, después el regreso del Johnny Molina y por último Sebastián Benítez, para tratar de revertir la situación. A Gómez se cansaron de pegarle los locales (o mejor dicho no se cansaron, porque siguieron pegándole hasta que terminó el partido), y Goya terminó viendo la roja sobre la hora de tanto pegar. El hombre de menos en Riestra no pudo ser aprovechado por Muñiz porque ya quedaba poco.

Y el Quemero iba a tener alguna jugada; el que la tuvo fue Molina que, tras centro, golpeó de cabeza y Nerón Iriarte se quedó en dos tiempos con la pelota. De esa forma, el Rayo intentó en intentó, tuvo pelotas paradas, metió centros al área y, ya con Fabián González parado de nueve de área, luego de una serie de rebotes también lo tuvo, pero su remate fue mordido y fácil para el arquero.

Así el partido se fue yendo y cuando Rubino decretó el final, llegó el festejo de los locales y la desazón de los visitantes, que merecieron más que irse con las manos vacías. Pero lamentablemente una sola escapada le alcanzó a Riestra para quedarse con los tres puntos en un partido que iba rumbo al empate. Lo positivo, además de haberle jugado de igual a igual a uno de los equipos que quiere ser campeón del torneo, es que las posiciones no se han modificado y el Quemero sigue quinto en zona de reducido. Eso sí, de local deberá ganarle a Central Ballester para que lo de hoy sólo haya sido un tropiezo, un injusto tropiezo.

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