El club de Lincoln sigue sin levantar y es el último en la Zona Sur del Argentino A.
No. Es imposible revertir este durísimo momento futbolístico si no se hacen bien las cosas, si no se trabaja en tiempo y forma, si no se deja todo o si se regala un tiempo; es utópico pensar en cambiar lo que está pasando. Ayer, Rivadavia sumó una nueva derrota, que empezó en los escritorios al no poder habilitar a Suárez, que siguió con un flojísimo primer tiempo y que culminó con las contra de Estudiantes. El Albirrojo la sigue pifiando feo y lo paga con derrotas. Esta vez cayó por 2 a 0 en San Luis.
Rivadavia trató de hacer un partido de media cancha. Paró cinco volantes, cuatro de ellos con más vocación a la tenencia y sólo Esteban Castaño para la recuperación real. La idea fue tenerla, subir en bloque y acompañar al solitario Blanco por las bandas con Camerlinckx y Verón. Pero nada de eso salió, el equipo no tuvo el balón, no lo supo recuperar y, así, el “nueve” quedó totalmente aislado. En esa realidad, Estudiantes con muy poquito se fue haciendo dueño del encuentro. Garro fue manija, Moreira empezó a moverse y a hacer daño, y así el dueño de casa hizo laburar a Cruzat, que tuvo dos muy buenas intervenciones en los primeros 15 minutos. Fueron esas chances y no mucho más, ya que el cotejo era parejo y aburrido. Hasta que, a los 20, Vallejos pateó desde la casa y la clavó en un ángulo. Nuevamente un golazo en contra y una mano que puso en la lona al equipo, porque le costó 25 minutos a la visita poder hacer pie. El equipo se perdió, no tuvo juego, tampoco recuperación y sólo el poco nivel de Estudiantes lo dejó con vida. Al punto tal que, a los 45, la visita casi lo empata con su única llegada clara, aunque este remate de Camerlinckx se fue por arriba. Un muy mal primer tiempo y mucho para cambiar de cara a un complemento que pintaba para complicado. Peracca entendió eso y para el comienzo del segundo tiempo mandó a Tolosa al campo de juego.
Otra fue la actitud del Albirrojo en la segunda mitad. Porque el equipo mostró desde el vamos otra cara, peleó más cada pelota, trató de jugar en el campo rival y, sobre todo, acompañó más a Blanco. Entonces empezó a incomodar a un Estudiantes que mostró falencias para defender. Aunque también regaló espacios en su defensa y sufrió algunas llegadas claras. En ese lógico ida y vuelta, casi lo empata a los 15 con un cabezazo que dio en el palo y no se lo liquidaron un par de veces de casualidad, como esa bola que salvó Di Menno en la línea o el mano a mano que ganó Cruzat ante Lorenzo. Rivadavia quería, mostraba sus limitaciones e insistía. Más de lo mismo y nada nuevo a lo que viene pasando.
Con esta realidad, el dueño de casa se fue aplomando en su campo y también con el trámite del encuentro. Porque Estudiantes ni pensaba en tenerla, sino que la reventaba para arriba e iba a buscarla a pura velocidad. Eso pasó a los 37, Moreira definió y chau partido. Rivadavia volvió a dejar en claro que le cuesta mucho, que no liga y que juega poco; que tiene sólo dos puntos y que el descenso cada vez está más cerca. Sólo un milagro parece ser el que puede revertir esta realidad, pero a los milagros hay que buscarlos. Quizás el milagro tenga nombre y apellido. Esta semana habrá que instalarse en la AFA y no volver a Lincoln hasta que habiliten a Guillermo Suárez.
SUÁREZ
Guillermo Suárez finalmente no pudo ser habilitado, más allá de que el lunes operaron a Emiliano Tabone. Es que los papeles no fueron presentados en el lugar correcto y por eso el fax de habilitación no llegó a la Liga Deportiva del Oeste. El tema es sencillo: el lunes operaron a Tabone y por la tarde había que presentar toda la documentación. La dirigencia mandó los papeles con un conocido, que habría dejado todo en mesa de entrada. De allí en más las cosas se manejaron por teléfono y lamentablemente no se consiguió la habilitación. Quizás faltó presencia en AFA, porque estas cosas hay que manejarlas en primera persona. Por eso, un dirigente de peso tendría que haber estado en lunes en Capital para apurar todo y hablar personalmente con los dirigentes del Consejo, pero eso no pasó y “Guille” no jugó.
Estudiantes 2
Brasca, Stang, Herrera, Céliz, Quiroga, Gallardo, Vallejos, Llamos, Garro, Moreira y Lorenzo. DT: Gómez.
Rivadavia 0
Cruzat, Di Menno, Colapietro, López Quinteros, Macías, Camerlinckx, Castaño, Russo, Verón, Villagra y Blanco. DT: Peracca.
Árbitro: Mario Jarque, de San Juan.
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