El invicto se perdió, después de una racha de 18 triunfos seguidos en casa. El equipo no se acomodo, las bajas se sintieron mucho, al igual que la ausencia de Coria y Benítez (acumulación de tarjetas). La gente Botellera hizo sentir que no estaba conforme y todo culminó con una renuncia de Carlos Sperdutti, en el escritorio.