Primera B - FLANDRIA

Flandria ganó y le dio un empujón a su objetivo por no descender

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Después de más de tres meses, el Canario volvió a Jáuregui y venció a Los Andes por 4 a 0 con dos tantos de Abregú, Lobianco y Rivero. El equipo de Ruiz, que llevaba ocho sin ganar y 391 minutos de sequía goleadora, quedó afuera del descenso.

Flandria cortó todas las rachas negativas y dibujó una gran sonrisa en sus hinchas, en su regreso al Carlos V. Es que allí no jugaba desde el 2 de noviembre del año pasado, cuando se registraron graves incidentes que derivó en la suspensión de su estadio. Desde ese día, no había podido sumar, cosechando seis derrotas consecutivas y consiguiendo apenas un punto de los últimos 24. Y el cambio de racha tuvo mucho que ver por una "Bruja": Gregorio Abregú, uno de los refuerzos para esta segunda parte. El volante fue la figura con dos gritos. Además, el primer grito de Abregú rompió una sequía de 391 minutos sin goles (el último había sido de Lucas Ferreiro en el 1-3 ante Armenio). Creer o reventar.

Después de la derrota ante Defensores de Belgrano de la semana pasada, era imperioso sumar un triunfo. Y eso los jugadores de Flandria lo tenían en sus cabezas. Por eso, salieron con todo a ahogar a Los Andes. Cristian Lillo y Gastón Valente achicaban distancia para adelante y presionaban sobre la línea de medios del Milrrayitas, que se plantó en Jáuregui con tres defensores y otros tres hombres de punta. Mientras que los volantes por afuera lastimaban con la velocidad. Al minuto de juego, Abregú cambió de frente y Sanfilippo por izquierda remató a las manos del arquero. Fue un indicio de lo que vendría. Porque esa era la fórmula indicada.

A los 12 minutos, Cristian Lillo recuperó rápido en el medio y metió para Abregú que no dudó y la clavó al fondo del arco. Enseguida, otra vez el 5 cortó y tocó para Sanfilippo que metió un gran pase para Lobianco, aunque la definición fue aún mejor: de emboquillada definió por arriba del arquero. 2 a 0 en un abrir y cerrar de ojos.

Los hinchas del Canario, que acompañaron en buen número a pesar del mal momento deportivo, no podían creer lo que estaban viendo. Porque prácticamente no reconocían a su equipo, que se hacía dueño e imponía condiciones ante un rival con aspiraciones a pelear por el ascenso. De contra, parecía que el tercero estaba al caer, pero Ibáñez no podía terminar con un grito todo lo bueno que hacía afuera del área. En una de esas rápidas salidas, el delantero tardó en definir y la pelota le quedó atrás, luego Sanfilippo le pegó por arriba del travesaño.

Además del sacrificio para marcar y la velocidad para atacar, el Canario también mostraba una buena solidez defensiva que se iniciaba en el arco de Griffo y continuaba en los centrales. El 1 atajó un cabezazo complicado de Juan Segovia, mientras que en el arranque del segundo tiempo achicó rápido ante Blanco que definió ancho tras un error de Valdez (el único que tuvo en toda la tarde).

En una contra, llegó la tranquilidad. La jugada la comandó Sanfilippo y la terminó Abregú con un disparo de tres dedos que se clavó en el palo más lejano. Los hinchas de Flandria se refregaban los ojos porque no podían creer el 3 a 0 contundente y justificado. La fórmula se repitió, aunque esta vez la manejó la "Bruja" Abregú para que Germán Rivero definiera contra el palo.

La fiesta estaba desatada hacía rato en el Carlos V. Es que los hinchas volvieron a ver en su casa al Canario y se llevaron una gran imagen. El conjunto de Ruiz ganó su primera final y sueña con la permanencia. Jugando así es posible.

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