Los dirigentes intentan revertir la decisión del DT cordobés o, como primera alternativa, apostar a un interinato con su ayudante, Ariel Moreno.
La primera y gran decisión no es fácil de tomar. Reemplazar a Gustavo Coleoni por seis partidos y con un equipo que tambalea en la tabla suena a lotería.
Gabriel Savino, el electo presidente de Central Norte y su comisión directiva tienen el primer gran desafío por delante, aún sin haber asumido oficialmente como conducción del club de barrio Norte.
Una media docena de nombres de técnicos, como mínimo, surgieron ni bien Coleoni confirmó que se irá esta tarde después del partido ante San Jorge; otros tantos fueron ofrecidos, pero la flamante dirigencia azabache trató de asimilar todo poco a poco, lentamente, con calma y no quiere arriesgarse a grandes golpes de timón. De todas maneras, Savino aguardaba por anoche y seguirá esperando hoy otra respuesta del propio técnico cordobés. Antes de viajar a la vecina provincia, prácticamente le suplicaron que siga dirigiendo al equipo hasta que termine la reválida o, por lo menos, hasta el próximo miércoles (Central recibirá a Estudiantes de San Luis). Luego de este partido, el cuervo quedará libre en la cuarta jornada y la dirigencia tendrá diez días más para decidir.
Y en medio de la danza de candidatos a DT que surgió el día después de las elecciones, Savino y su gente prefirieron, además, priorizar otras cosas como, por ejemplo, hablar con el plantel, con los referentes, trasladarles cierta tranquilidad tras el cambio de mando. Y de esa charla de presentación surgió otra alternativa, la de ofrecerle el cargo de técnico a Ariel Moreno, el actual ayudante de campo de Coleoni. El propio DT recomendó a Moreno para continuar al frente del equipo y los dirigentes recibieron una gran respuesta del plantel al ser consultado sobre el tema.
Los referentes hablaron muy bien del “co-equiper” de Coleoni, quien en caso de seguir lo haría con Diego Kofler, el preparador físico. En consecuencia, los dirigentes esperarán a que ambos regresen junto a Coleoni y el plantel desde Tucumán para poder seguir negociando.
Es que no es fácil para nadie cambiar de entrenador en estos momentos. Ni para las autoridades electas, ni para los jugadores y ni para el DT que se atreva a venir, por la difícil situación en la que se encuentra el equipo en el torneo, con la amenaza latente del descenso. Y por esto último es que Coleoni debería seguir, hasta el final, pase lo que pase.
Otra razón por la que los “nuevos” dirigentes no quisieron hablar con otros entrenadores es por la cuestión económica. No quieren arriesgarse a ofrecer nuevos contratos sin antes repasar el presupuesto mensual con el cual se venía manejando la dirigencia anterior. Dentro de este escenario, por ahora, aparecen lejos las figuras de los técnicos Víctor Riggio (hoy desocupado) y Pedro Rioja (le dio su palabra a Camioneros Argentinos para seguir), entrenadores que, a simple sondeo, ganan en consideración de los nuevos popes del club.