El tiempo de relax terminó para el once titular de Gimnasia y Tiro. Luego de un reparador e indispensable descanso, Salvador Ragusa y sus muchachos (los que no viajaron al sur del país) volvieron a calzarse el overol y arrancaron la semana pensando en Rivadavia de Lincoln; rival directo en la lucha por el descenso, al que recibirán el miércoles 23 de abril por la novena fecha de la reválida. El Profe levantó el cartel de “Stop” para los titulares y optó por formar un equipo alternativo para enfrentar a Cipolletti, con el que cayó por la mínima diferencia en Río Negro.
El técnico albo avizoró y no se equivocó, por el desgaste que significó el viaje en micro a Cipolletti (34 horas). Al respecto y el diálogo con El Tribuno, Ragusa ratificó su decisión: “No me arrepiento de nada. Si me daban el viaje en avión viajaba con los titulares, pero sirvió para ver algunos jugadores que nos serán útiles más adelante”.
La odisea por la que atravesó la delegación millonario el fin de semana fue importante ya que la formación B del albo arribó recién a Salta en la madrugada de hoy.
Fue un fin de semana reparador para algunos jugadores, como son los casos de Rodrigo López, quien en las últimas fechas jugó infiltrado; y de Héctor López, quien pese al descanso volvió a los trabajos, pero en forma diferenciada. El Arenero arrastra un fuerte golpe en el tobillo.
El albo está prácticamente salvado del descenso y apunta a la clasificación. En este sentido, Ragusa opinó sobre la sospechosa y agónica victoria de Rivadavia sobre Maipú por 5 a 4, que deja con vida a los de Lincoln. “Fue raro”, se limitó a decir el técnico del albo.