El entrenador de Patronato, Sergio Lippi, destacó que el equipo careció de contundencia. De cara al partido con Unión de Santa Fe, manifestó que puede ser importante si se gana para el estado de ánimo de todos. Además habló el capitán, Sebastián Bértoli, y fue autocrítico.
Más allá de las racha de cinco partidos sin victorias y de apenas haber sumado 13 puntos en la misma cantidad de juegos, el entrenador de Patronato, Sergio Lippi habló con tranquilidad ante los medios tras la derrota en Córdoba.
“Hay que seguir trabajando, no hay otra”, destacó en el comienzo del dialogo con los medios presentes en el estadio Mario Alberto Kempes.
En cuanto a la oportunidad de ganar que se dejó pasar, el DT remarcó: “Para nosotros todos los partidos son importantes. El rival juega y en esta ocasión no pudimos aprovechar el mejor escenario que se presentaba. Ganábamos de manera tempranera y ellos comenzaban a ponerse nervioso por la obligación de ganar y la gente que comenzaba a fastidiarse. Un error del árbitro y una desconcentración terminó en el empate. Y en el mejor momento de nosotros en el partido vino el segundo gol de ellos”.
En referencia al estado de animo que lo acompaña, el ex entrenador de Sarmiento de Junín expresó: “Cuesta mantener la tranquilidad, por el momento que estamos viviendo, las derrotas golpean, pero las ganas de seguir están intactas”.
La falta de gol es algo que alarma a todos y obviamente que quien dirige al equipo no opina diferente y sobre la falta de eficacia reveló: “Llegamos dentro de lo previsto. Pero si llegas y no la empujas no se puede. Ellos fueron certeros y se quedaron con los tres puntos. Este equipo llega al fondo con facilidad, nos falta concretar la jugada. Pero a nosotros nos convierten de 30 metros”.
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