Sin filtros ni pelos en la lengua se despachó el DT de Central Norte, Hubert Piozzi, con el descenso al Argentino B consumado y con la impotencia de haber perdido la categoría en la lotería de los penales. El entrenador azabache se retiró aplaudido y recibiendo el ánimo de los hinchas tras el traumático desempate por la permanencia. Le demostraron el apoyo pese a haber tocado fondo en lo deportivo, sobre todo por el reconocimiento al técnico por el hecho de haber puesto la cara en el momento más complicado del cuervo; pero quizás también porque su polémica opinión refleja el pensamiento de muchos hinchas.
Sin citar nombres propios, el DT del cuervo descargó culpas por el descenso. Y sus dardos apuntaron contra la anterior dirigencia azabache (que fue comandada por José Macaione) y también contra el anterior DT, Gustavo Coleoni, quien armó el plantel y se marchó sin respuestas antes que el barco se hunda tras no encontrar respuestas en el equipo. "Hay que buscar a los culpables de todo esto. Hay que hacer un mea culpa. Por ahí andan los responsables. Los que estuvieron antes en el club, ellos son los que mandaron a Central al descenso: el técnico, los dirigentes, caraduras todos. De una lo digo", fueron las explosivas declaraciones del estratega azabache, quien a su vez se refirió al polémico arbitraje de Carlos Boxler y a las situaciones polémicas. "Se apuró en la expulsión de (Cristian) Zurita. Parece que a las jugadas nuestras las veía muy fuertes y a las de ellos muy leves. La gente de la TV nos dice que la acción de Altamirano fue gol, que el arquero (Maino, en el segundo tiempo) la sacó medio metro de adentro. Tuvimos las mejores situaciones. No se pudo más, lamentablemente", se lamentó Piozzi tras el descenso.
"Estoy orgulloso del grupo, del equipo que agarré. Nosotros forzamos este partido, nadie nos regaló nada. Cuando llegué estábamos dos metros bajo tierra, muertos. Y hoy jugamos una final impresionante en la que siempre estuvimos en desventaja numérica. No nos achicamos nunca, tuvimos las mejores ocasiones y el arquero de ellos fue figura", ponderó el cordobés, no sin antes resaltar el consuelo de un grupo que dejó hasta la última gota en la cancha. "Estoy contento pese al descenso por el esfuerzo de cuerpo técnico, dirigentes, jugadores y la gente. Este final no es triste. Dimos todo de nosotros para evitar esto. Cuando yo agarré esto, estábamos muertos, ¿se acuerdan? (reiteró). Llegamos hasta donde pudimos, forzamos este partido. Tenemos que estar todos juntos para salir de esta mediocridad", concluyó Piozzi, dejando una puerta abierta sobre su posible continuidad.
"Contra el poder no podemos hacer nada"
Cuando parecía que las declaraciones de Hubert Piozzi habían sido las más explosivas luego de consumado el descenso en una tarde nagra, apareció Matías Guerra para echar más leña al fuego y apuntar directamente a la influencia de las autoridades provinciales sobre Juventud. "Morimos de pie contra muchas adversidades. El cabezazo de Altamirano fue gol. Luego, en el segundo tiempo del suplementario, hubo mano del jugador de Juventud (Matías López, tras remate de Magno al arco). Contra los contactos y el poder no podemos hacer nada. En casi todo el partido tuvimos desventaja numérica y la hombría de aguantar el resultado. Hubo dos penales clarísimos para nosotros que ignoraron. Contra esas cosas no se puede hacer nada", se lamentó y acusó el volante cuervo.
"El gobernador (Juan Manuel Urtubey) es hincha de Juventud, tiene todos los contactos. En lo económico siempre habrá una ayuda más para ellos. Nos robaron el partido. Contra el poder económico y los contactos no se puede hacer nada. Nos fuimos al descenso, pero dignamente", continuó con sus controvertidas declaraciones el sanjuanino.
"Le pedimos mil disculpas al hincha. Pasamos de todo. Hace seis fechas ya nos daban por muertos. Salimos adelante pese a todo. Perder de la forma en la que perdimos duele, pero nos podemos mirar a la cara y nadie nos puede reprochar nada.