En el fútbol nunca está dicha la última palabra y, mientras las matemáticas permitan ilusionarse con el ascenso, Crucero sigue vivo. Ahora ya no depende de sus propios resultados aunque, por estas horas, lo que más preocupa es cómo retomar la senda de los triunfos que parece haber encontrado un freno después del partido ante Instituto. "Para los últimos tres partidos esperamos que el equipo pueda llegar a los 60 puntos (un triunfo y dos empates) y así redondear una temporada muy buena", admitió el presidente Julio Koropeski.
El análisis es claro, con el objetivo de los 55 puntos que se planteó al principio del año futbolístico ya concretado, la próxima meta también está al alcance de la mano, "en algún momento todos nos ilusionamos con pelear por un ascenso, sobre todo después de ganarle a Independiente e Instituto, pero vino una racha negativa que prácticamente nos dejó sin chances", opinó el presidente colectivero.
Históricamente Koropeski, desde la época que su club jugaba Argentino B, siempre se anticipó a lo que vendrá y aún con tres fechas por delante, ya proyecta el próximo semestre. "Por más que molestó a más de un simpatizante lo que dije en su momento, el tiempo me dio la razón. No estamos preparados para subir a la Primera División. La gente no acompaña y si no sumamos unos 7 mil socios más, será imposible dar el salto de categoría, declaró.
Al tiempo que agregó: "Y me refiero a la cuestión económica, no como más de uno interpretó que no queremos ascender. Si en el plantel tengo un jugador que no quiera ganar, inmediatamente le rescindo el contrato", puntualizó.
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