El plantel de Luis Nicoletti aprovechará lo máximo posible estos seis días en San Fernando y así quedó demostrado este lunes, cuando los jugadores tuvieron una jornada de doble turno. La cercanía con el inicio del campeonato, apenas 12 días, hace que la pretemporada de Alvarado en Buenos Aires, no sea con la exigencia que se acostumbran las concentraciones. Así y todo, con mucho calor, los entrenamientos son fuertes y terminan exhaustos.
Bien temprano, la delegación bajó y disfrutó del desayuno en el parque, frente al río. Café con leche, tostadas con mermelada y un poco de jamón y queso, para arrancar la mañana con muchas energías. De allí, directo al gimnasio ubicado en el tercer piso, donde se sometieron a trabajos de pesas, divididos en los diferentes aparatos, coordinados por Ariel Bosotina.
Apenas finalizada la primera parte del entrenamiento, se subieron a una lancha que los trasladó del otro lado del río Luján, donde lo esperaba Damián Vasconcelo junto al resto del cuerpo técnico, con cuatro estaciones preparadas. Coordinación, pelota y mucha velocidad, para terminar un agobiante primer turno.
Luego de un baño reparador, otra vez el micro llevó a toda la delegación al Casino Trilenium de Tigre, donde gracias a las gestiones de Roberto "Chucho" Páez, secretario general de Asociación de Maestranza y Servicio de Casinos (AMS), se consiguió ese lugar de excelente nivel para los almuerzos y las cenas durante toda la estadía.
Por supuesto, después de comer, disfrutaron de una siesta, para luego volver a vestirse para el segundo turno, ya directamente en las canchas, donde, tras una entrada en calor, la práctica fue conducida por Luis Nicoletti, que ordenó trabajos tácticos y repeticiones de pelota parada, ajustando los detalles de cara al debut y también pensando en poder usarlos en el amistoso del martes a las 10 en Lomas de Zamora frente a Los Andes.
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