En el estadio Norman Lee se vivieron minutos de tensión durante la mañana del martes. Obreros trabajaban en el desarme de la cabecera norte (de tablones). Un grupo de socios advirtió el movimiento y se acercó al club para impedir que las tareas siguieran su curso.
Los obreros argumentaron que la orden de desarmar la tribuna provenía de Ángel García (presidente de la institución). Los socios se opusieron y efectuaron la denuncia en la comisaria 1ra de Berazategui, donde explicaron que "se estaba efectuando un atentado ante el patrimonio histórico del club".
Fuentes de Comisión Directiva informaron, ante la consulta de Mundo Ascenso, que el desarme de la tribuna "respondía a una solicitud de Aprevide, ya que el organismo lo había impuesto como condición si es que Berazategui quería volver a hacer de local en su estadio".
Ante la negativa de los socios de continuar con el desmonte de la tribuna, la CD expresó que decidieron suspender las obras hasta que la justicia se expida sobre la intervención (hoy aprobada y dictaminada, pero en stand by).
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