El delantero uruguayo, Sebastian Gularte, iba a ser refuerzo quemero pero surgió un inconveniente que hizo que el jugador se quede en Uruguay y no llegué a la identidad de San Isidro.
En Acassuso esperaban el lunes al jugador para firmar su contrato pero Gularte nunca arribo al país. Aparentemente el dueño del pase del jugador dio marcha atrás en las negociaciones y el delantero se quedo en Uruguay.
Ahora Otta y los dirigentes analizan otras posibilidades y posiblemente esta tarde haya novedades sobre un posible refuerzo para el puesto de delantero, necesidad imperiosa para el DT.
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