El Santo no pudo imponerse ante Atlético Tucumán y ahora no depende de si mismo para ir en búsqueda del ascenso directo. Eso hace que casi no tenga margen de error. Deberá salir a ganar en todas partes. Si juega como lo hizo en la jornada anterior, tendrá muchas chances de superar a sus rivales.
El gusto a poco que dejó el partido del viernes frente a Atlético Tucumán tiene que ver solamente con el resultado. El equipo entrerriano no pudo superar al puntero y ahora ya no depende de si mismo para poder salir campeón de la máxima categoría de ascenso.
De todas maneras queda mucho por jugar, son ocho partidos, 24 puntos en disputa y la diferencia con el conjunto del Jardín de la República es apenas de un punto.
Lo otro que se vivió en el Grella llenó. Primero por el entorno. Hacía mucho que no se veían colas en las ventanillas al estadio previo a un encuentro. La gente le dio la derecha al equipo, acompañó y alentó durante todo el cotejo. El folclore Rojinegro se sintió como nunca, las familias completas ubicadas en diferentes lugares del estadio demostraban la importancia del partido.
En la cancha también fue positivo. Más allá del resultado, que le sirvió a la visita. El conjunto entrerriano tuvo la entereza de poder recuperarse de su mal momento futbolístico. Ante una prueba difícil, el equipo sacó pecho y afrontó la parada como correspondía.
El Santo fue a buscar en todo momento los tres puntos. Tomó riesgos y puso mucha gente en el campo rival. Pero el arco de Cristian Lucchetti, la figura del partido, estaba cerrado y nada ni nadie lo podría abrir en la noche de viernes.
Patronato ya no depende de sí mismo, pero haber mostrado signos de recuperación en la idea de juego es fundamental. Si juega como lo hizo ante el Decano, serán más los encuentros que va a ganar que los que perderá. El margen de error es acotado y siempre estará ligado a lo que vaya haciendo el puntero que tiene la divisional.
EL MENSAJE
El cuerpo técnico de Patrón, que comanda Iván Delfino, le dejó un mensaje en la semana a sus dirigidos. Hay que atacar. El equipo entrerriano fue agresivo, puso mucha gente en terreno adversario. Si bien el esquema decía que había un solo delantero, en cancha arrancaron jugando cuatro volantes ofensivos y uno solo de marca. Ese fue el mensaje. Esa fue la parte detonante de la intención del Rojinegro para ir hacía adelante. Una versión que se puede retocar o mejorar. Pero está claro que el DT debe tomar nota de sus buenas lecturas y parar al equipo con el mismo encargue cuando se juega de visitante.
Si el miércoles va a Madryn y para enfrentar a Guillermo Brown decide poner otro volante de marca, está claro que cambiará. Pero si sale a tomar riesgos de nuevo, si apuesta a ser ofensivo, los réditos pueden ser otros.
El mensaje es clave. No solo con lo que se pueda hablar previamente, sino con lo que se trabaja y también con lo que se pone en cancha.
UNA BUENA. Alejandro Almada apareció durante los últimos minutos del partido ante Atlético Tucumán. Al futbolista del club lo desempolvaron y lo volvieron a meter en la cancha. Esto no fue un manotazo de ahogado del DT, el jugador venía haciendo bien las cosas y merecía un lugar. Almadita no demoró en entrar en juego y eso fue importante para el equipo. En la primera propuso algo que solo Matías Garrido hacía, encaró a los rivales y ganó. Lo bajaron y hubo una roja en el aire. Afuera Nicolás Romat, Patronato quedó con un hombre más y la visita con desventaja numérica no lo atacó más.
Una buena alternativa tendrá Patrón para lo que queda. El pibe demostró que tiene que estar. Seguramente comenzará a tener más minutos, como en algún momento del torneo los tuvieron otros jugadores del club.
EL TRABAJO
Entrenó en La Capillita
Patronato no tuvo descanso y ayer trabajó por la tarde en el predio La Capillita. Quienes fueron titulares frente a Atlético Tucumán realizaron ejercicios regenerativos, buscando bajar las cargas y poder mejorar desde lo físico. Sobre todo porque hay muchos futbolistas que vienen con dolencias.
El resto del plantel trabajó sumando algunos minutos de fútbol, buscando emparejar el rodaje.
Será una semana corta la del Negro, pensando en el próximo compromiso. El miércoles, desde las 14, visitará a Guillermo Brown de Puerto Madryn, por la 35ª fecha del Torneo Nacional. Este cotejo, que será televisado por DeporTV y Canal 11 de Paraná, contará con el arbitraje de Pedro Argañaraz.
El plantel entrerriano viajará mañana a las 8 con destino a Buenos Aires, desde donde saldrá en avión rumbo al sur del país. El Santo se alojará en Madryn y allí pernoctará lunes y martes.
Es por eso que hoy, desde las 10.30, realizará la última práctica antes de partir. Aquí se evaluará a los futbolistas y se decidirá quienes son quienes formen parte de la delegación.
SIN EL NEGRO
El defensor Walter Andrade llegó a la décima amarilla ante los tucumanos, pero solo tendrá una fecha de suspensión, por haber pasado más de dos meses desde la anterior sanción por acumular amonestaciones. Su reemplazante natural es Marcos Minetti, quien padece una molestia muscular y es muy probable que quede marginado del encuentro. El Chamaco estaría listo para jugar ante Instituto, por la 36ª jornada.
PUEDE VOLVER
Quien está recuperado y puede ser tenido en cuentas si Delfino lo decide, es el delantero Diego Jara, que no estuvo presente el viernes frente al conjunto dirigido por Juan Manuel Azconzabal.
Ver más:
Patronato
Parana
Negro Santo