Sin dudas que el trabajo no te asegura buenos resultados en el fútbol. Si el fin de semana los jugadores no tienen un buen día, se eligen malos planteos o se realizan mal las variantes las derrotas llegan sin poder evitarse. Lo que sí es cierto es que el esfuerzo, la dedicación y el tiempo empleado en buscar los objetivos en este deporte siempre acerca a los buenos resultados. Todo lo mencionado anteriormente fue puesto en práctica por el plantel de Patronato durante esta semana, con la asunción del nuevo cuerpo técnico encabezado por Diego Osella. El DT Santo se planteó trabajar a destajo para que sus futbolistas entiendan rápidamente la forma en la cual se deben mover dentro del campo de juego. Para eso usó ocho sesiones de entrenamientos y varias ediciones de videos en apenas seis días desde su asunción. La idea de salir de perdedor y esquivar esta racha negativa de ocho juegos sin victorias es el único objetivo que persigue el elenco de barrio Villa Sarmiento, que hoy, desde las 19, deberá demostrar dentro del campo de juego del estadio Presbítero Bartolomé Grella todo el sacrificio empleado en los últimos días para volver a regalarle una sonrisa a sus seguidores. El aval para Osella deberá llegar de la mano de quienes ingresen al terreno de juego a defender la casaca rojinegra. Este partido para muchos es especial. El rival de turno es un viejo conocido del Torneo Argentino B y el Argentino A: Boca Unidos de Corrientes. El denominado clásico del Litoral le dará continuidad a la 30ª fecha de la Primera B Nacional y contará con el arbitraje de Héctor Paleta. EL ESQUEMA. Durante la semana Osella trabajó mucho en lo táctico y también en lo futbolístico. La idea primaria del entrenador era poner cuatro defensores, tres volantes y tres hombres de punta, pero durante la práctica de fútbol del miércoles no terminó muy convencido con esto y decidió parar los mismos nombres elegidos en un principio pero con un dibujo táctico más clásico para la categoría, el 4-4-2. Leonardo Acosta deberá sacrificarse y colaborar cuando el equipo retroceda. El Wachi que vuelve al equipo luego de cumplir con una fecha de suspensión por haber acumulado cinco acrílicos amarillos, se parará como volante por izquierda, ocupando un lugar a la hora de retroceder y con la obligación de sumarse al ataque junto César Carignano y Mauricio Carrasco cuando el balón sea del Rojinegro. Otro que también vuelve al conjunto de Paraná tras dos fechas fuera luego de ser expulsado ante Rosario Central es Walter Andrade. Quienes dejaran sus lugares serán Lucas Márquez y Alejandro Almada (suspendido). EL PEDIDO. Orden, agresividad y paciencia fueron los principales pedidos de Osella a sus jugadores durante el trabajo de la semana. El DT pretende que su conjunto siempre esté ordenado, que sea inteligente a la hora de atacar y que no se deje llevar por el nerviosismo que llegue desde afuera si las cosas no salen como se esperan. La principal preocupación del cuerpo técnico pasa por la ansiedad que pueden llegar a tener sus jugadores, y para que esto no suceda, se trabajó mucho en ese aspecto.
