Primera Nacional - ATLÉTICO PARANÁ

Fruto del sacrificio y la humildad

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Martín Galli sabe lo que es luchar día a día para ganarse un lugar en el equipo de Atlético Paraná. Desde que llegó a la institución en el año 2009 tuvo que pelearla en todos los procesos. En base a humildad, esfuerzo, bajo perfil y siempre mirando para adelante, La Garza tuvo un gran año en la B Nacional y fue uno de los destacados del Rojiblanco. Aunque él considera que "el mejor jugador fue el equipo", dijo.

El bajo perfil y la humildad lo ha caracterizado siempre a Martín Galli, el lateral derecho de Atlético Paraná que desde chico, cuando dio sus primeros pasos en las inferiores de Sportivo Urquiza, soñó con la posibilidad de jugar algún día en el fútbol profesional y este año ello se convirtió en realidad en el Torneo Nacional.

Llegó a la institución de barrio San Martín en el año 2009 y en todos los procesos que el club intervino en certámenes de ascenso tuvo que remarla para ganarse un lugar entre los once titulares del equipo. A principios de esta temporada, La Garza debió esmerarse más de la cuenta para estar desde el arranque. Aunque nunca renunció a la lucha y en cada jornada se sacrificaba para demostrar que podía estar, que no le pesaba la segunda categoría del fútbol argentino.

Y una vez que se le dio la oportunidad, no la desaprovechó. El defensor del Decano estuvo presente en 41 de los 42 partidos disputados (solamente se ausentó frente a Central Córdoba de Santiago del Estero) y convirtió seis tantos, siendo el tercer goleador del elenco detrás de los delanteros Enzo Noir (diez) y Nicolás Ledesma (ocho).

Unos días después de haber finalizado la competencia para el Gato, mientras disfruta de unas breves vacaciones, Galli estuvo en EL DIARIO para analizar la temporada del conjunto y hacer referencia a su año en lo personal.

-Después de una intensa y larga temporada, es momento de disfrutar de un merecido descanso.
-Sí, disfrutando de la familia, el hogar, después de un año que fue bastante duro pero lindo a la vez.

-Ahora en frío, con la cabeza un poco más relajada, ¿cuál es el balance que haces del primer año en la B Nacional?
-Es más que positivo. Teníamos propuesto llegar a 52 puntos, se logró superar eso, se engordó el promedio para el año que viene. Una vez que alcanzamos ese objetivo nos habíamos propuesto otro a corto plazo, que era clasificar para la Copa Argentina, también lo logramos, y a lo último se estuvo cerca de entrar al Reducido por el segundo ascenso. Pero lo que destacamos es que hasta la última fecha fuimos competitivos, siempre se estuvo peleando por algo y eso quiere decir que se hicieron bien las cosas. Aunque quedan algunas cuestiones por corregir, por mejorar, pero este año por ser el primero en la B Nacional está mucho más que aprobado.

-¿Qué es lo que más rescatas de la temporada, que hubo de distinto, y cuáles con esas cuestiones por mejorar a tu criterio?
-Es distinto la diferencia con otras categorías, el roce, la jerarquía de algunos jugadores, que en otros momentos nosotros les dejábamos una chance y podían errar; pero acá dejas una posibilidad y te convierten. Por mejorar es estar más finos en los detalles mínimos, que a veces esos marcan la diferencia, como ser una jugada de pelota parada, estar atentos en jugadas específicas. Futbolísticamente me cuesta encontrar un rival que haya sido superior a nosotros durante los 90 minutos.

-¿En qué partido consideras que mejor jugó el equipo y en cuál no quedaste conforme con lo que se hizo dentro de la cancha?
-Creo que contra Villa Dálmine, de local, no fue uno de los mejores partidos. No hicimos el juego que tendríamos que haber hecho y perdimos (0-2, en la tercera fecha). Y bueno creo que hubo varios. Me gustó mucho contra Los Andes, de local, fue un lindo encuentro y quedó demostrado que ahí estábamos firmes, seguro de nosotros, contra un rival que peleaba por entrar al Reducido y me quedo con ese (triunfo por 2-1 en la fecha 35).

-Un momento complicado fueron las seis derrotas consecutivas y estuvieron cerca de entrar en zona de descenso. ¿Qué pensaron?
-Durante la primera rueda hablábamos que había equipos que tenían rachas de derrotas en series, de partidos sin ganar, que a nosotros no nos tenía que tocar eso, ya que si nos manteníamos ganando, empatando o perdiendo, pero no con varias caídas seguidas, íbamos a llegar tranquilos al objetivo. Pero nos tocó esa adversidad, aunque se dio en un momento en que el plantel estaba más tranquilo por como nos desempeñábamos dentro de la cancha. Si bien estábamos ocupados en revertir la situación, no nos preocupaban los resultados porque sabíamos que en la forma en como jugábamos podíamos cambiar esa mala racha y así fue.

-En lo personal, ¿te imaginabas que ibas a tener el torneo que jugaste, siendo el más regular y destacado del equipo?
-No, era impensando. Una semana antes de comenzar el campeonato, Cristian (Gómez) y yo estábamos peleando por un lugar. Después me tocó la oportunidad de ser titular y supe aprovechar el momento que vivimos. Era la segunda categoría del fútbol argentino, adonde habíamos soñado llegar, pero creo que no hay mejor jugador. Me parece que el mejor jugador fue el equipo, porque cada uno aportó su granito de arena para que los once que les tocó entrar en ese momento puedan tener el mejor funcionamiento colectivo. Entonces, en cada cotejo, a cada compañero que le tocó estar, hizo lo mejor que pudo y hasta más algunos, y eso ayudó para que pudiéramos conseguir la cantidad de puntos que sumamos.

-¿La capitanía fue por decisión del grupo o técnico?
-Siempre fue decisión del entrenador. Si bien en su momento me sorprendió, hablamos con Pablo (Lencioni) para preguntarle nada más, porque él había sido suspendido y no podía llevar la cinta. Después, el DT me dejó a mí y nunca le pregunté por qué me eligió. Es algo más y nada más, luego cada uno tiene que sumar desde el lugar que le corresponde.

-Fuiste el tercer goleador del equipo con seis tantos, algo poco común para un defensor. ¿Con cuál de ellos te quedas?
-Creo que el primero siempre es el más lindo, por como se dio, el debut en el Nacional B (fue ante Ferro), fue el primero en la historia del club en esta categoría y ante nuestra gente; ese es el más importante para mí. Pero el que más me gustó fue el que le convertí a Gimnasia de Jujuy: un centro al segundo palo, se la cambié de palo al arquero, y la pelota entró al ángulo.

-¿Tuvo un sabor especial el que le anotaste a Patronato?
-Fue un lindo gol, distinto porque es el clásico de siempre. Pero me hubiese gustado más que no perdiéramos, si era el del empate lo hubiera sentido como el mejor por lo que significaba, pero al final quedó con un sabor amargo.

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