Primera Nacional - ATLÉTICO PARANÁ

El peligroso camino descendente

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Una racha sin triunfos que se estira a 14 partidos en el certamen. Son 12 los puntos que suma y está último en las posiciones por diferencia de gol. Hay alerta, porque ingresó en zona de descenso directo para el próximo torneo. También un desgaste en la relación técnico-jugador que se acentúa. Los dirigentes han respaldado al DT. Ahora, ¿será el mismo apoyo de unas fechas atrás?

Viene cuesta abajo y, por ahora, sin freno. Cayó al fondo en la tabla de posiciones (12 unidades y -11 diferencia de gol). Se ubica en zona de descenso directo de cara a la próxima temporada (19º con 1,206 de promedio), pero no hay que descuidar la que está transcurriendo porque aún no se está salvado del todo. Matemáticamente puede caer en desgracia.

Lamentablemente, así está la situación deportiva hoy para Atlético Paraná, antes de la 17ª fecha del Torneo Nacional. Este domingo deberá afrontar un complicado encuentro frente a Guillermo Brown, en Puerto Madryn. Y allí necesita sumar urgente los tres puntos. Hace 14 cotejos que el Decano no gana en la segunda divisional. Solamente ha cosechado una victoria, en la segunda fecha ante Instituto de Córdoba como visitante (1-0). Eso hace ya más de tres meses. Mucho tiempo. El hincha Rojiblanco no estaba acostumbrado a pasar tantas semanas sin poder celebrar un triunfo; sin tener una alegría.

El objetivo antes de arrancar el certamen era sumar 28 unidades para mantener un buen colchón y no penar por la permanencia. A esa meta no se llegará y de cara al futuro el elenco que dirige Edgardo Cervilla tendrá días de sufrimientos, por el promedio.

Y es una pena que se llegue a eso. Aunque todavía se está a tiempo de cambiar el rumbo, de intentar revertir la situación antes de que sea demasiado tarde. Pero para ello hay que tomar decisiones que seguramente no caerán simpáticas. Y los que deben tomarlas son los dirigentes, quienes hasta el momento han manifestado que "esto es una mala racha de la cual ya vamos a salir" y que el técnico "tiene el respaldo de la comisión directiva".

Se entiende que desde la dirigencia se pretenda respaldar al entrenador y poner paños fríos a una situación cada vez más insostenible, porque eso forma parte de su función para no crear un clima más difícil. Pero hay que pensar en el Club Atlético Paraná. Dejar de lado a veces intereses personales, la gratitud y hasta la soberbia, si se quiere.

Por otra parte, hay indicios que han aparecido en las últimas semanas que pueden aventurar que nada va a cambiar. Y eso es lo peligroso, más que preocupante. El Gato entró en un camino descendente y le puede costar la pérdida de la plaza en la B Nacional.

GRATITUD DE UNA PARTE, ¿Y LA OTRA?. "Cervilla, gracias por los ascensos pero ahora andate", fue el pedido de un plateista tras la derrota por 2 a 1 ante Sportivo Estudiantes de San Luis en el estadio Pedro Mutio. Fue en la fecha 10, cuando el DT quiso tomarse a golpes de puño con algunos simpatizantes disconformes. Han pasado seis cotejos de aquella vez y casi nada ha mejorado, mucho menos la conducta del santafesino. Los resultados se siguen negando, aunque lo único positivo es la actitud de los jugadores que siempre van al frente y que futbolísticamente se ha repuntado un poco.
La gratitud de los principales directivos del Decano para con el entrenador se basa en que les dio los ascensos más importantes en su historia, que siempre se ha amoldado a lo que es el club, a su infraestructura y, fundamentalmente, a la situación económica para conformar un plantel humilde y con hambre de gloria.

Pero esa gratitud debería ser recíproca. Porque el Club Paraná le abrió las puertas a Cervilla cuando hacía tres años que estaba sin trabajo como DT, le brindó la posibilidad de instalar nuevamente su nombre a nivel nacional y volver a ser reconocido en el ambiente del fútbol. Eso es gracias al Decano.

Entonces, cuando las cosas no van por buen camino, cuando se sabe que de ello se es el máximo responsable y no se quiere perjudicar a quien le ha tendido la mano, se debería tener un gesto de grandeza. No basta con solamente expresar "pongo mi renuncia a disposición". Si realmente se quiere renunciar, que esa dimisión se haga efectiva y que después la comisión directiva evalúe los pasos a seguir. Pero lejos se está para que ello se cristalice en un papel firmado por la soberbia de un entrenador que ha perdido el rumbo y no es su intención reconocer que se ha equivocado.

Tanto los dirigentes como el entrenador han sido actores principales de los ascensos que se lograron, cada parte cumpliendo su rol. Gracias a ellos y al plantel, el Gato está hoy en la segunda divisional del fútbol nacional. Algo impensado en su momento, algo que se disfruta al máximo por todos. Pero a decir verdad, hoy Paraná va cuesta abajo y con riesgo de caer en el abismo. Y también son responsables de esto. Bueno sería ponerle un freno para tratar de enderezar la máquina y retornar al camino correcto.

RELACIÓN DESGASTADA. Sin embargo, hay una razón fundamental que podría no tener retorno. Y es la relación técnico-jugador, la cual ya está desgastada. La particular forma de ser que tiene el santotomesino en el trato con sus dirigidos parece que ha llegado a un límite que no se tolera más. Y se profundiza por falta de resultados. El jugador no demuestra rebeldía en los partidos por temor a equivocarse, y que después el DT no lo tenga en su consideración. Hoy se entra a la cancha a jugar presionado, sabiendo que una equivocación le puede costar caro, está saturado mentalmente, no siente esa libertad en cancha para disponer una jugada en particular en un determinado momento. Se limita a hacer lo que el entrenador le pide. Y eso también ha incidido para este mal momento del equipo. Además, no es un dato menor el poco diálogo entre el DT y varios de sus dirigidos, desde hace un tiempo bastante largo.

Por ello es hora de dar un golpe de timón, de un cambio en la conducción pensando en mejorar, porque de seguir así el destino final puede ser el que ninguno quiere. Y esto va más allá del partido de este domingo, del resultado que se consiga. Porque cuando una relación está desgastada es muy difícil recomponerla de la mejor manera, siempre quedan secuelas y no son buenas.

Atlético Paraná ahora está a tiempo de poder evitar el descenso. El futuro del Decano en la categoría está en manos de los dirigentes y también del entrenador.

NOVEDADES ROJIBLANCAS

Sin confirmaciones para jugar en Puerto Madryn

Atlético Paraná ya está en Puerto Madryn a la espera del cotejo que disputará mañana, a partir de las 11, contra Guillermo Brown.
Tras superar este largo periplo, el Gato realizó ayer por la tarde unos movimientos con el objetivo de distender el cuerpo, teniendo en cuenta viene de jugar un partido por Copa Argentina y a las 24 horas realizó este agotador viaje.

En cuanto a la alineación titular nada está confirmado, ya que hay dudas en todas las líneas. En un principio, si se mantiene la alternancia de dos partidos cada uno entre Crusat y Ruggiero, sería este último a quien le toque actuar en este cotejo como arquero. Pero nada está definido, sobre todo porque Crusat tuvo aceptables actuaciones en los encuentros que participó.

Después, en la defensa Maximiliano Piris llegó a las cinco amarillas y será baja. Allí podría reaparecer Facundo Quiroga, futbolista que habitualmente trabaja con Pirucha en la misma posición en los entrenamientos. En tanto que el resto seguiría igual con Leonardo Morales, Tomás Machado y Diego Reynoso.

Por otra parte y teniendo en cuenta que Enzo Noir también acumuló el límite de acrílicos se puede llegar a dar un corrimiento desde el mediocampo hacia el ataque. Lisandro Alzugaray, que en viene jugando como volante por la izquierda, podría pasar a jugar como delantero y volvería a la titularidad Alexis Ekkert en el mediocampo. Aunque también existe la posibilidad de que se cambie pieza por pieza y regrese Sergio Chitero.

Es por eso que hasta el momento hay varias dudas en el Rojiblanco que se comenzarán a develar en los trabajos que llevará a cabo el equipo paranaense hoy por la mañana.