En Gimnasia y Tiro es hora de que los socios se hagan escuchar. La Justicia prorrogó por un año más la intervención del Órgano Fiduciario, y en la resolución respectiva, además del porcentaje de la deuda que aún no se pagó, apareció por sorpresa un pasivo impago de 4 millones de pesos y la orden de la jueza Mirta Avellaneda para que en 30 días el triunvirato le presente una lista de posibles bienes a venderse con su valuación respectiva. ¿Los socios van a dejar que se sigan “subastando” el patrimonio del club?. La realidad futbolística del “Albo” enamora, y la institucional, enferma. Diez años de intervención, de ir de prórroga en prórroga, de deudas que no se cancelan y de plata que no aparece, o que cuando aparece, no alcanza. Es una historia de nunca acabar en el “Albo”, que desde la venta del predio de Bochas se había acercado a la idea de normalización, y ya se especulaba con la “buena nueva” para esta semana. Pero Gimnasia cumplió ayer su décimo año de intervención, obedeciendo a la Ley de Fideicomiso para evitar la quiebra del club, y no hubo otra novedad más que una nueva extensión, una nueva “vida” para el Órgano, que recién la semana pasada presentó el informe correspondiente a los movimientos económicos del club para resuelva la Justicia.
