Pegó muy duro la derrota de esta noche en La Paternal. Ni los lesionados, suspendidos y lo diezmado del equipo hicieron que duela menos. La forma, en el final, resignando cualquier posibilidad de ataque, sumado al andar irregular, vuelven a poner a Damián Timpani en la cornisa. De hecho, creo que nunca estuvo tan al borde. Luego del partido, en su habitual salida para hablar con la prensa, se lo notó más tenso y nervioso que otras veces, incluso hasta intercambiando ideas fuertemente con colegas. Luego, la reunión improvisada de los dirigentes con el DT. Ofuscados, muchos de ellos fueron directamente a decirle que el ciclo estaba terminado, que debía renunciar, a lo que el entrenador se negó, quiere cumplir su contrato y quiere que los dirigentes sean los que lo rompan. Claro, la situación económica del club (otra vez atrasado en los pagos) no le permite a los dirigentes hacer frente a dos contratos. Sólo un dirigente sostuvo al DT y hoy, por ahora, dirige el domingo ante Instituto en Mataderos, que estará caldeado y sobretodo irá a la carga del técnico. Lo que pase después del domingo dependerá no sólo del resultado, la relación se rompió, la gente está impaciente y un triunfo no calmará ambas cosas...¿se va Timpani? ¿lo echan? ¿se queda? Sólo las horas responderán.
En cuánto a lo futbolístico, la buena es la reaparición tras 7 meses de Axel Juárez, que jugó todo el ST. Casi que Chicago gana un refuerzo en una zona donde no abundan las variantes. Verá pagó la suspensión y volverá ante La Gloria.
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