Federal A - GIMNASIA Y TIRO DE SALTA

Botella no cree en las cábalas en el tramo final por el ascenso

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Mientras en el albo se suceden promesas de todo tipo en la previa del pentagonal, para el DT son un detalle menor. "Hay que achicar con trabajo el margen de error", consideró.

Los argentinos, por idiosincrasia, somos generalmente pasionales, fervientes devotos de una creencia y nos aferramos a ella, aun a sabiendas de que sin voluntad propia ni perseverancia los objetivos personales o grupales no se cumplen. Porque necesitamos creer, abrazarnos a la fe en la mayoría de los casos o, en otras ocasiones, a la veracidad de la existencia de la suerte, la fortuna, la vibra, las energías, la "yeta", la mufa, como factores incidentes en un cometido.
Gimnasia atraviesa un presente especial, uno de los momentos de mayor carga de adrenalina de su historia, por lo que se jugará a partir del domingo ante Mitre, en Santiago del Estero, en el arranque del pentagonal final por el ascenso a la B Nacional.

Y además de los recursos futbolísticos del millonario, del trabajo sostenido desde hace casi un año, de la mentalidad ganadora y de la máxima concentración que una instancia definitoria requiere, en el plantel conviven las promesas y las cábalas más variadas, que van desde la utilización de una indumentaria específica en una concentración, pasando por los hábitos en la previa hasta un corte de pelo determinado y la encomendación religiosa.

Por su parte, el DT de Gimnasia, Duilio Botella, no cree demasiado en la incidencia de las cábalas, y reveló en diálogo con El Tribuno su visión al respecto en la previa de los últimos cuatro peldaños del albo en la lucha por su gran sueño: el ascenso.

"Hay cábalas de todo tipo, pero yo sinceramente no creo demasiado en ellas. Un equipo no depende de que prendas una vela o que te pongas una ropa determinada. Yo suelo ir a la Virgen del Cerro y un par de veces lo encontré a Salvador Ragusa y me pregunté: ¿La Virgen a quién le da? ¿A Ragusa o a Botella? (risas). Uno tiene que tener fe en Dios y en la Virgen, pero el fútbol pasa por otro lado, por estar preparado, por animarse a hacer lo que se planea en la semana y dar lo mejor en la cancha. Nada más. Es importante la creencia de cada uno por una cuestión personal. Dios y la Virgen estarían en problemas porque todo el mundo le pedirá ascender, como lo pedimos nosotros", espetó, para luego continuar: "Tampoco solemos poner frases en el vestuario, cada técnico tiene su forma. Sólo pegamos un par de planillas con detalles del contrario y nociones nuestras como para refrescar la memoria de lo que se hizo en la semana. Nos dedicamos a trabajar y que salga lo que se trabaja. Siempre entendiendo que esto es un juego y que la pelota pega en el palo y se va o pega en el palo y entra; o que hay situaciones que te cambian, si te echan a un jugador, a un contrario, si hay un penal. No deja de ser un juego, pero tenemos que achicar los márgenes de error y estar atentos a cada detalle".

Por otra parte, tras el entrenamiento matutino de ayer en Limache, Botella comenzó a palpitar un pentagonal: "Quiero llegar a la fecha libre (la tercera) con 6 puntos, no firmo 4".