Federal A - GUTIÉRREZ

Arregló su continuidad en Gutiérrez y no quiere "pasar en vano"

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El volante Alejandro Capurro, quien acordó su continuidad en Gutiérrez, habló de su experiencia en el Celeste y la eliminación: "Pocos momentos me dolieron tanto como éste".

La inesperada campaña que realizó Gutiérrez Sport Club en la primera mitad del año no solo conquistó los corazones celestes, sino también a un futbolista de la jerarquía de Alejandro Capurro, quien quiso quedarse para buscar revancha.

El mediocampista de 37 años llegó en enero, en medio de un plan de emergencia para salvar al Perro del descenso, pero su experiencia y calidad futbolística lo llevaron, junto al resto del equipo, a terminar entre los mejores de la categoría.

Capurro surgió de la liga sanlorencina de fútbol. Comenzó en el club Combate de San Lorenzo y tuvo su debut en Primera con Colón de Santa Fe en 1999. Experimentó el fútbol internacional en el Sakaryaspor de Turquía. Luego pasó por Gimnasia de La Plata, Argentinos Juniors, Huracán, Aldosivi y Excursionistas.

Tras jugar más de 300 partidos en primera división, casi un centenar en la B Nacional y experimentar la B Metro, Alejandro Capurro desembarcó en Gutiérrez, donde se quedará para "escribir historia de la grande".

"Me quise quedar porque quiero lograr lo que nos quedó en el camino. Me sorprendió Gutiérrez. Me sorprendieron los chicos, porque es un plantel muy joven. Me hicieron sentir muy cómodo. Me llamaron para pelear la permanencia y les dije que teníamos que pelear por cosas importantes y al final fue así. Quiero quedarme para continuar escribiendo la historia de Gutiérrez, pero de la grande".

–¿Qué encontraste en Gutiérrez?
–Encontré buena gente, que hoy en día cuesta mucho. Sabía que venía a un club humilde, que la pelea en todo aspecto. Encontré una idea futbolística del técnico que me gustó y muy buenos compañeros. La gente siempre nos apoyó, siempre estuvo. Desde que peleábamos el descenso hasta que jugábamos por ser los mejores.

–¿Cómo llegaste al Celeste?
–Gutiérrez se dio de la nada. Me llamó Diego Pozo, con quien jugué mucho tiempo. Él fue quien me dijo que viniera, que me iba a sentir cómodo, y no le erró. Hace unos días le agradecí que me haya llamado y dado la posibilidad de conocer este club. Confié en él, sé cómo piensa. Después conocí a Abaurre, quien trabaja muy bien y tiene una muy buena idea futbolística. Todo me gustó.

–¿Qué te parece la categoría?
–Fue algo muy nuevo para mí. Tuve la suerte de jugar muchos años en Primera, en la B Nacional, un corto paso por la B Metropolitana. De todos modos, para mí el fútbol es igual en toda categoría. Entran once contra once y el que menos se equivoca gana. Lo distinto del Federal por ahí es la calidad de las canchas, los arbitrajes. Es muy difícil manejarlo, mirá lo que nos pasó a nosotros. Es una categoría muy linda para jugarla, pero ojalá en Consejo Federal ponga el ojo para mejorarla.

–¿Qué te gustaría dejar en el club?
–Al fútbol lo vivo de una sola manera en la categoría que sea. Donde estuve dejé todo y me manejé igual. Solo quiero que cuando me vaya del club la gente no diga que vine a robar. Diga que dejé todo y que no pasé en vano, que peleé por esta la camiseta.

–¿Todavía te duele la eliminación?
–Sí, mucho. Tengo mucha bronca por habernos quedado afuera en esa instancia. Todavía tengo esa espina. Me dejó bronca por cómo se dio, por todo lo que pasó. Estábamos convencidos de que íbamos a pasar. Fuimos superiores los 180 minutos.

–¿Los bajaron?
–Las reglas del juego parecen ser así. Lo que nos pasó en Villa Ramallo fue muy feo por el arbitraje. Dentro de la cancha se vieron cosas muy feas. Nos hacen un gol en offside. Después en los penales era una lotería y nos tocó quedarnos afuera, pero no tendríamos que haber llegado a eso. Nos dolió mucho ese partido porque teníamos mucho más para dar todavía.

–¿A qué otro momento de tu carrera te recordó esta experiencia en Gutiérrez?
–Es difícil comparar, pero me recordó a dos momentos fuertes: cuando descendí con Gimnasia y cuando logré el ascenso con Aldosivi. Lo que me está pasando ahora no lo he vivido antes. Pocos momentos me dolieron tanto como este. Cuando terminó el partido se me caían las lágrimas. Me pegó muy fuerte, hasta pensé en no seguir jugando. Me sentí muy mal, me dolió mucho porque estaba convencido de que teníamos mucho más para dar. Era nuestro momento, era ese día, ahí. Me costó asimilar lo que nos pasó.