Ezequiel Videla comenzará su segundo ciclo en Instituto. Otro que se va a sumar es Lucas Hoyos, arquero que deja Atlético Rafaela.
Con un "eternamente gracias", Ezequiel Videla se despidió de Racing, con el que se consagró campeón en 2014, para volver a ponerse la camiseta de la Gloria.
Nacido en Cosquín, Videla se acercó al fútbol en Tiro Federal de su ciudad natal. Después se sumó a Rosario Central, donde siendo categoría 88, compartió equipo con Ángel Di María, Emiliano Vecchio, Milton Caraglio y Guillermo Burdisso. Al ser dejado libre, cruzó el río de la plata para probar suerte en Montevideo Wanderers, donde debutó profesionalmente.
En el segundo semestre de 2010, volvió a su país para ponerse la camiseta de San Martín de San Juan, con el que consiguió el ascenso a Primera División.
En 2011, se puso por primera vez la camiseta de Instituto, con el que no pudo subir a Primera División al perder la promoción con San Lorenzo.
Universidad de Chile lo compró en 2012 y le dio la oportunidad de jugar en ese país.
Después de un paso corto por Colón, Racing invirtió para hacerse de sus servicios y, de la mano de Diego Cocca, consiguió el campeonato inicial 2014.
A pesar de la vuelta de ese técnico, hoy no tiene tantas chances, por lo que decidió volver a Alta Córdoba para sumarse al plantel de Gabriel Gómez.
Con estas palabras, en el sitio oficial de Racing, se despidió de los hinchas de la Academia:
Agradecerle a toda la gente que hizo posible que mi etapa en Racing fuera hermosa: a mis compañeros, a los cuerpos técnicos, a los dirigentes, a los empleados del club y, sobre todo, a la gente que hace de Racing un "mundo especial".
Racing me acercó un poquito más a mi Viejo, me dio la chance de salir campeón del fútbol argentino y también de sentirme orgulloso y agradecido con la vida (entre tantos años, meses, días y partidos, tuve la suerte de estar ese 14 de diciembre del 2014 justo ahí, junto a mi familia). Dar la vuelta con mi hija es algo que nunca nadie me va a sacar. Ojalá algún día vuelva al Presidente Perón, lugar donde todos los días durante estos 3 años me sentí feliz.
Eternamente gracias.
Ezequiel y su familia
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