El equipo de Diego Trotta no encontró la regularidad y pasó de perder cinco partidos en fila a meter batacazos que lo hicieron ilusionar con la clasificación.
La dura derrota de Independiente en el clásico contra Deportivo Roca parece haber vuelto a la realidad a un equipo al que aunque le costó encontrar la regularidad en el torneo, igualmente dio pelea y soñó con la clasificación a la segunda fase del Federal A. Tras perder 4-0 en su visita a Roca, el equipo de Diego Trotta quedará libre en la última fecha y luego de un merecido descanso empezará a preparar la reválida al igual que la temporada pasada, pero con la diferencia de que logró un importante colchón de puntos para no penar por el descenso de la categoría.
Jugados 16 partidos, el Rojo logró 19 puntos producto de cinco partidos ganados, cuatro empates y siete derrotas. Además, convirtió 13 goles y recibió 21, con un saldo negativo de ocho tantos. Los números dan cuenta de la "bipolaridad" del equipo.
El Rojo había comenzado bien el año logrando puntos importantes en las primeras fechas pero luego cayó en picada al encadenar cinco derrotas en fila más un empate. Fue en ese momento donde parecía perder toda chance y volver a pelear por no descender. Sin embargo, en la recta final metió un par de batacazos, como el triunfo ante Alvarado de visitante y contra Ferro de Pico en la Chacra, que, sumados a otros resultados, hicieron que el hincha y el plantel se ilusionen con la posibilidad de clasificarse. Hasta que se topó en un partido decisivo con el Deportivo, que fue muy superior en el juego y el resultado y lo volvió a la realidad. Una realidad que no es negativa pero que dista de un equipo preparado para la pelea grande.
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