Sensaciones bien distintas quedaron para Agropecuario y para Quilmes tras la igualdad del lunes por la noche. Porque para el cervecero, el resultado sabe a Derrota luego de haber hecho tácticamente un muy buen partido, en una versión individual y colectiva muy mejorada a partir del trabajo de su nuevo entrenador, Mario Sciaqua.
Quilmes fue superior en gran parte del enuentro, a partir de un gran nivel exhibido por Miguel Caneo (tras la pretemporada, más cerca de su nivel habitual), el buen trabajo del centro del campo conformado por Augusto Max y Matías Mansilla, el retrorno en buen nivel de Román Strada y las corridas punzantes de Tico Ilarregui (al que le sigue faltando precisión en los metros finales para definir). Dispuso de las mejores chances, pero sólo concretó la de Caneo a los 24 del primer tiempo, dato que desnuda un tema sin resolver aún por Sciaqua: LA FALTA DE GOL, que Quilmes arrastra a lo largo del torneo. El ingreso de Ramírez le dio dinámica y oxigenó la zona media y de hecho dispuso de una situación de gol a través de un remate potente contra el palo derecho que Assman, con mucho esfuerzo, envió al Córner.
Agropecuario se sorprendió por la postura del visitante, pero desplegó su libreto sin moverse una coma del mismo: pelota por abajo, ensanchando la cancha con la subida de los laterales, agresividad en el centro del campo con el debut de Jonathan Blanco, movilidad permanente en Narese y Barinaga, pero careció de profundidad a lo largo de todo el partido. Y ello quedó aún más de manifiesto al ponerse en ventaja el visitante. En el complemento el cuadro de Bianco tuvo campo y pelota, pero no inquietó ni llegó en la misma proporción.
Pero el Sojero tiene una cualidad que lo distingue como equipo: espera el error del adversario para facturar y pasar por caja invariablemente. Y Quilmes cometió tres errores en el desarrollo del juego, de los cuales Agro capitalizó sólo el último con una jugada de pelota detenida preparada, en el final del partido, que Narese cabeceó sólo delante de las narices de Trípodi, cuando parecía que el resultado era cosa juzgada.
Para Quilmes, igualdad con sabor a derrota, que lo mantiene en zona de descenso y no le permite tener la tranquilidad que necesita para intentar evolucionar como equipo.
Para Agropecuario, la certeza que los rivales comienzan a conocerlo y le juegan de otra manera. Queda en el debe levantar en nivel de algunos jugadores de los cuales se espera mucho más, especialmente Facundo Parra . Su nivel no se compadece con su jerarquía reconocida. Y Bianco lo necesita ahora .
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