Los Andes volvió a jugar mal y perdió su segundo partido al hilo. El "Colo" Tridente, un ex milrayit
Volvió a tropezar con la misma moneda. Con la moneda de sus propias limitaciones. Los Andes no jugó bien y perdió su segundo partido al hilo. Sí, otra vez en Adrogué, en un Lorenzo Arandilla que ya se convirtió en el karma de todo Lomas. Si bien fue superior en el primer tiempo, el conjunto del Nene Díaz resignó el protagonismo en la segunda mitad y cayó sobre la hora por el gol de un viejo conocido. Justo él. El Colo Tridente metió un cabezazo letal y dejó de rodillas al Milrayitas. No levantamos. El panorama se complica. Todo sea hace cuesta arriba…
Lo mejor del Rojo fue en el arranque. En esos 20 minutos iniciales de mucha movilidad y presencia en la zona media. Luis Bevacqua y el Chino Scamporrino lastimaban a la espalda de los volantes centrales locales y las jugadas de peligro no tardaron en sucederse. Aldo Visconti tuvo varias. Una de tiro libre, otra con una volea que se fue besando el palo izquierdo de Pablo Burtovoy y la restante de cabeza. Los Andes tenía situaciones, Los Andes tenía la pelota, pero le faltaba lo más importante: el gol.
Más allá de su poca puntería, otro de los principales déficits de la visita fue el juego aéreo. A diferencia de Brown, que llegó varias veces de arriba, el Milrayitas nunca pudo sacar provecho de la pelota parada. Y vaya si tuvo opciones para ponerlo en funcionamiento. Lomas tiró centros y más centros a la olla, pero todos sin destino. O sí: a la cabeza de Joel Barbosa. El defensor Tricolor se cansó de ganar en las alturas.
¿Y atrás? Atrás no había mayores problemas. La defensa estaba sólida y Brown intentaba llegar con las ganas de Tridente o algún desborde de Lemmo y Fabro. Pero en la segunda mitad, la mano cambió. Los Andes perdió por completo la posesión de balón y se retrasó más de lo debido en su campo. ¿Por qué el Tricolor lo empujó o inconscientemente? Esa fue la gran pregunta. ¿Por qué? Si todo marchaba bien.
El complemento casi estuvo de más para Lomas. De la nada, las emociones eligieron otro dueño. El palo se lo negó a Barbosa y Lucho Díaz a Fabro, primero, y Grecco, después. Pero el minuto fatídico iba a llegar. A los 40, Jonatan Tridente, hoy en la vereda de enfrente, hizo algo que nunca imaginó. Marcarle al club que lo vio nacer. De cabeza, con un frentazo cruzado, al palo más lejano del cordobés.
Ya estaba todo consumado. El gol, los ojos vidriosos del Colorado, la súplica de perdón, el 1-0, la segunda derrota al hilo. Lamentablemente las dos tablas piden a gritos resultados.
SINTESIS
Brown (A) 1: Pablo Burtovoy; Emiliano Ronconi, Joel Barbosa, Ernesto del Castillo, Rodrigo Acosta (ST 37, Martín Minadevino); Jonatan Fabro, Leonel Unyicio (ST Gustavo Ruiz Diaz), Oscar Villamayor, Facundo Lemmo; Fernando Pasquale (ST 25, Gastón Grecco) y Jonatan Tridente. Suplentes: Alejandro Calabria, Carlos Llama, Matías Sproat y Leandro Alvarez. DT: Pablo Vicó.
Los Andes (0): Luciano Díaz; Ariel Martínez, Leandro Corulo, Pablo Nieva, Jorge Vega; Mariano Barale, Luis Zeballos, Alejandro Friedrich (ST 28, Abel Sandoval); Germán Scamporrino (ST 34, José Luis Gómez), Luis Bevacqua (ST 22, Gino Clara); Aldo Visconti. Suplentes: Ariel Barros, Mariano Caporale, Gustavo Pinto y Anibal Domeneghini. DT: Juan Carlos Díaz.
Gol: ST 40, Tridente (B).
Amonestados: PT 14, Unyicio (B) y 32, Scamporrino (LA); ST 43, Lemmo (B) y 45, Gómez (LA).
Expulsado: ST 33, Barale (B).
Arbitro: Gonzalo López Aldazábal.
Asistentes: José Mendoza y Juan Barrionuevo.
Cancha: Brown (Adrogué).
