Con goles de Cardozo, Minich y Agüero, Independiente venció 3-1 a Brown de Madryn y se prende en la lucha por el ascenso. El equipo de Garnero no jugó bien pero la victoria fue justa ante un rival, de pobre desepeño.
Independiente Rivadavia debía ganar. La Lepra venía golpeada por la derrota ante Atlético Tucumán y sumar de a tres era fundamental para mantenerse en la lucha por el ascenso. Y lo hizo. No jugó bien. No mostró buen juego, pero golpeó en los momentos justos y sacó adelante el choque ante Brown de Madryn, para vencerlo por 3-1.
En la primera parte, el local fue mejor pero sobre el cierre logró la ventaja merecida por medio de Cardozo, quien luego salió lesionado. Pero apenas comenzado el complemento, la visita lo empató sorpresivamente y las dudas volvían a sobrevolar el Gargantini.
Pero cuando el partido se ponía cuesta arriba, los errores infantiles de los chubutenses le dejaron en bandeja la victoria al Azul. Porque Matías Minich, con ese olfato goleador, aprovechó una falla del portero Burrai, quien la dejó muerta y el
