Primera Nacional - NUEVA CHICAGO

Gomito, cuarta parte: Promesa y sueño cumplidos

En el 2011 cuando volvió dijo haberlo hecho en plenitud y con el sueño y las ganas de regresar a Chicago a Primera. Pocos le creyeron, pero en el fantástico 2014 lo cumplió. Aquí el repaso de ese año bárbaro con dos ascensos y su paso por Primera, lesión mediante.

El 2014 será recordado por muchos años como uno de los mejores años en la historia verdinegra con dos ascensos consecutivos, llegando en seis meses de la B Metro a la Primera División después de 7 años; pero también, en el primer semestre, saliendo campeón con equipo que quedará en la retina de todos, el famoso equipo de Guede. Para muchos, el mejor Chicago de todos, con un fútbol total, revolucionario y ganando ampliamente el torneo. Y allí Gomito no fue un actor de reparto, fue sin dudas el mejor jugador del equipo, del torneo, haciendo goles claves y maravillosos, como aquel ante Fénix pisando la pelota en la línea, y como el decisivo ante Colegiales colgando del ángulo un tiro libre perfecto para salir campeón y dar la vuelta en Munro, lleno de hinchas "neutrales" vestidos de verdinegro.
Guede fue ratificado a fines del 2013 y el 2014 lo tenía a Chicago a un par de puntos de la cima del torneo (lideraba Atlanta), pero con muchos equipos por delante. Y la primera prueba era vital, visitaba a Atlanta. Y dando muestra de carácter lo dio vuelta, lo ganó 2-1 con un gol de Gómez, y se metió en la pelea. Pero un sprint maravilloso lo catapultó a la cima y por lejos, 35 puntos sobre 39, 11 victorias (13 si contamos las dos últimas del 2013) y 2 empates. Entre las más destacadas, a Morón de visitante, a Platense en Mataderos jugando el mejor partido de todos, a Los Andes 3-2 después de ir perdiendo 0-2, a Almagro en Villa Raffo 2-0. Chicago, Guede y Gomito, que pisaba los 40, eran noticia no sólo en la categoría, sino en todo el fútbol argentino. Chaca le quitó el invicto pero el equipo se recuperó y volvió a ganar, 3-0 a Fénix con doblete del 10, incluido ese gol bárbaro. Pudo salir campeón ante Temperley 4 fechas antes pero perdió, pudo hacerlo en casa entre semana ante Tristán Suárez ante una multitud pero empató 0-0 desperdiciando muchos goles. Y llegó el 17 de mayo, donde ese tiro libre de Gomito cuando al equipo le costaba cerrar el campeonato, alejó las dudas y desató el festejo. En total, 10 tantos del 10 para un certamen donde brilló como pocos. Una semana más tarde, Christian se dio un gusto que pocos pudieron darse. El 24 de mayo, el "Torito" festejó el título ante Comunicaciones en Mataderos en la última fecha, y los últimos 20 minutos "Gomito" compartió cancha con su hijo Gabriel que con apenas 17 años hizo su debut como profesional, un lujo y una emoción grande para papá Gómez, que meses atrás había sido padre de su tercer hijo.
Tal fue la repercusión de ese campeonato, que el 3 de abril (antes de salir campeones), por iniciativa de la legisladora porteña Lorena Pokoik (FPV), fue declarado Personalidad Destacada del Deporte en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero se acercaba otro reto y la posibilidad de coronar su sueño. La salida de Guede fue un baldazo de agua helada y llegó Omar Labruna en su lugar. Grondona, por entonces vivo, decretó el famoso torneo de 30 equipos en Primera División, por lo cual 10 equipos debían ascender del Nacional B, Se dividió en dos zonas de 11 clubes y los primeros cinco de cada zona lograrían al objetivo. Más allá de haber perdido al DT, la base del equipo era la misma, a la cual se sumaron algunos refuerzos como el "Oso" Sánchez y Diego Mendoza.
El arranque no fue bueno y hacía presagiar que no se iba a lograr el ascenso. Sólo 5 puntos de los primeros 18 en juego eran la prueba de ello. Pero todo cambió en la fecha 7 en Pergamino ante Douglas Haig. Labruna se jugaba el puesto y después de una charla con los referentes, volvió a las fuentes. El equipo era casi una copia del de Guede y así respondió en la cancha, ganó 2-1 jugando muy bien y desde allí comenzó una escalada importante. Fueron contando el de Pergamino, 9 partidos invictos (en un torneo de tan sólo 20 partidos), con 6 victorias y 3 empates, 21 puntos de 27. Entre ellos ante los candidatos, victoria en La Paternal ante el Argentinos de Riquelme, empate ante el Colón de Alario y Cristian Pavón, triunfo ante el San Martín de San Juan recién llegado de Primera. Gomito era el líder, el alma y el que con su sueño cuando llegó en el 2011, tiraba para adelante. En medio de ese vendaval de triunfos, el 21 de septiembre en Córdoba (siempre Córdoba presente en su historia) ante Instituto (ganó Chicago 2-1 e hizo un gol) se convirtió en el jugador con más presencias en la historia del club, llegando a 339 partidos, superando al "Titi" Loyarte. Parecía todo encaminado a estar entre los cinco, pero en Chicago siempre hay peros. No volvió a ganar en los últimos 5 partidos del campeonato, perdió con Ferro y empató los últimos 4 en fila; y para colmo de males, quedaba libre la última fecha y dependía de los demás sin jugar. Antes de eso, si derrotaba a Instituto dos fechas antes ascendía en Mataderos, pero la "Gloria" de penal le empató en el último minuto. Y en su último partido iba a Jujuy con varios escenarios. Si ganaba ascendía, si perdía, chau ilusión, y si empataba debía esperar hasta la última fecha donde quedaba libre. Obviamente como manda la historia, empató con gol de Barbona (hoy en Rácing) y debió esperar mirando la tele. Los resultados de la fecha final determinaron un triple empate en los últimos dos puestos de ascenso. La zona fue la más pareja, seis equipos quedaron en un solo punto de distancia. Tres con 31 que ascendieron y tres con 30, Chicago, Aldosivi y Gimnasia de Jujuy, de los cuales dos ascenderían tras pasar por el triangular de desempate.
Llegó el empate con Aldosivi, que luego derrotó a los jujeños y ascendió. En la última fecha del triangular, sí, en Córdoba, en cancha de Instituto, jugaban a matar o morir, toritos y lobos. Chicago tenía una ventaja, un empate lo depositaba en Primera. Y como ante Colegiales seis meses antes, apareció el referente para sentenciar la historia, para cumplir su propia promesa. Con 40 años y a poco de iniciado el partido, Gomito definió por arriba del arquero y marcó el 1-0 definitivo. ¿Quién otro que él? Si él cuando volvió en el 2011 dijo que venía por el sueño de regresar a Chicago a Primera. No había caso, era él o nadie. Ese 19 de diciembre de 2014 quedó en su corazón para siempre, y las lágrimas posteriores lo confirman, cumplió su sueño y el de todos. Volvió a Primera, como cuando volvió en el 2000. Quería jugar en Primera, salvar a Chicago y retirarse con la gloria. Pero el destino le tenía una mala, una mala que a su edad para otro hubiera sido definitiva.
Ya con la mente en Primera, a una semana del inicio del campeonato, en el último amistoso ante Godoy Cruz se rompió los ligamentos. Con 40 años parecía un golpe de KO para su carrera, pero su espíritu de lucha y de garra prevaleció. Labruna no hizo pie y dejó su cargo, Nanía lo reemplazó pero fue nada más que por un par de fechas. Ante un equipo que deambulaba en el fondo de la tabla, llegó Forestello para darle otro aire. Le costó al "yagui", varias fechas, de hecho Chicago ganó su primer partido en la fecha 20 (eran 30), 3-0 a Huracán. El equipo siguió irregular hasta que llegó la fecha 26. Chicago recibía a Aldosivi, faltaban cinco fechas y estaba 5 match point abajo, cualquier derrota lo mandaba al descenso. Chicago ganó 3-1 y estiró la agonía, pero lo más importante de esa fecha 26, sábado 26 de septiembre, es que Gomito se sacó el gusto. Con el partido liquidado entró a jugar los últimos 10 minutos y así se dio su vuelta a la Primera División. Había dejado atrás una rotura de ligamentos a los 40 años, casi 41 ya. Y como si la vuelta del capitán fuera un bálsamo, Chicago ganó los restantes 4 partidos del campeonato, entre ellos por primera vez el clásico a Vélez en Liniers. Pero no alcanzó, quedó tan solo un punto debajo de Temperley y Huracán y volvió a la B Nacional.
Pero Gomito había cumplido, llegó y llevó a Chicago a Primera. Llegó y cumplió su sueño de usar la 10 del Torito en la A, incluso superando una larga lesión.
Mañana entraremos en los últimos años en Mataderos, su partido 400, su gol 100 y sus últimos minutos, justo antes de que juegue los verdaderos últimos 10, el sábado ante Atlanta.