El DT del fútbol profesional, su ayudante de campo y el yanqui del básquet la pasan juntos en el albergue del club por el aislamiento. Una historia imperdible.
Qué hincha acérrimo no soñó alguna vez vivir en el club que ama. A quién de los que alguna vez saltó en el tablón no se le caería un lagrimón al despertar con los colores del escudo en el respaldar de la cama, tenerlo como cuadro en el comedor diario y salir al patio de la sede social.
El aislamiento social obligatorio para luchar contra la pandemia puso en ese lugar a Sergio Priseajniuc, técnico del Federal A en Cipo, Pablo Gavio, su ayudante de campo, y Eric Freeman, pivote albinegro en el Federal de básquet. Un rosarino, un marplatense y un yanqui sueltos en la sede social del Club Cipolletti.
"La verdad que estamos bárbaros. Cada día que pasa, la ilusión de volver a jugar se desvanece, pero estamos enganchados con el club. Ya presentamos un proyecto a la dirigencia mirando al futuro inmediato", confió Priseajniuc.
"Tiro al aro todo los días. Tampoco me paso horas, pero bajo a la mañana y a la tarde", confesó entre risas el estadounidense, una especie de DJ portátil, ahora encerrado, pero que los vecinos de la ciudad están acostumbrados a ver transitar por el centro.
"No hay dudas que este paso por Cipolletti no lo vamos a olvidar jamás", acotó entre risas Gavio, que de inmediato coincide con sus compañeros de hogar respecto a la tranquilidad que tienen estando en el albergue. "Lo hacemos llevadero. Pasamos la etapa de ver y repasar videos, hablamos mucho con los dirigentes y ya presentamos el plan para lo que viene. Tenemos muchas ganas de seguir acá y hacer algo distinto", amplió el DT, quien suele cortar el pasto y regar las plantas como en casa.
La misma incertidumbre
Entre las cosas que comparten estos foráneos albinegros está la incertidumbre del futuro inmediato. "Nosotros cada vez somos más conscientes que va a ser difícil volver a jugar", coinciden los futboleros. "No sé nada, pero pienso que no es tanto lo que falta y la ilusión no se pierde. Son tres partidos de la fase regular y los playoff", le acota Freeman a Priseajniuc y Gavio respecto a la actualidad de los de Cipo de la anaranjada.
"Mañana (por hoy) tengo previsto hablar con mi representante a ver qué sabe del futuro. Igual, ni quiero ni puedo irme de esta ciudad. Si por mí fuera, me quedaría a vivir en Cipo. Me encantaría seguir un año más", aseguró el norteamericano, que ha recorrido buena parte del continente en anteriores campañas.
"¿Trump? ese chabón está loco"
Eric Freeman es oriundo de la ciudad de Temple, geográficamente lejos del foco infeccioso más grande del mundo que es en Nueva York.
Con la tranquilidad de tener a toda la familia en buenas condiciones de salud, el basquetbolista extranjero de Cipolletti asegura que allí la vida es normal.
"No están con el asilamiento como acá en Argentina. New York, New Jersey es otra cosa. Trump (Donald), ese chabón está loco", soltó en un español-argentinizado que devela mucho vestuario y describe su sentir en relación a la manera en que se está tratando a la pandemia en su país natal.
"Debemos ser como una familia", dijo el DT que piensa quedarse
Más allá de las remotas chances de seguir compitiendo en la presente temporada del Federal A, Sergio Priseajniuc confirmó que en los últimos días entregó a la Comisión Directiva un proyecto pensando en la nueva temporada.
"Queremos quedarnos y hacer algo diferente. Dejar un poco de lado esto de que se van 15 y llegan 14. El presidente ya lo sabe y ojalá se dé", dijo el rosarino, que conocía la institución de su paso como jugador.
Cómodo en el lugar que hoy le toca estar, encuentra similitudes entre lo que vive acá (sin el aislamiento forzado) y lo transitado en Villa Mitre, el año del ascenso.
Antonio Spagnuolo
"Son similares. Quiero que Cipolletti mantenga una base de por lo menos 5 ó 6 nombres entre los 20 y 23 años. Ya lo hicimos eso y nos funcionó. Después es fútbol, pero quiero intentarlo", confirmó.
Roberto Rapazzo Cesio, titular de la Comisión Directiva, y su hijo Federico ya recibieron la idea del hoy responsable del plantel.
"Por supuesto que ya estamos pensando a futuro. Después dependerá que el club nos quiera, pero de nuestra parte hemos estado analizando y proyectando muchísimo. Ojalá podamos pelear el ascenso, yo quiero dirigir en la B Nacional", tiró a modo de sueño profesional.
Y como parte de su espíritu de unión de fuerzas puertas adentro, valoró también esta posibilidad de estar conviendo con el basquetbolista de la institución.
"Estas cosas, que se terminan dando por una circunstancia no deseada, terminan sirviendo para el espíritu que tenemos que tener puertas adentro. Debemos ser como una familia", justificó el ex mediocampista que espera tranquilo el momento de volver a casa y reencontrarse con la familia en la provincia de Santa Fe.
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