El Auriazul recibió en el estadio provincial a los tandilenses e igualó sin goles pese a tener varias situaciones concretas de gol. Ahora necesita ganar de visitante para clasificar a los cuartos de final.
Juventud recibió a Santamarina en el estadio Juan Gilberto Funes de La Punta por la suspensión del Mario Sebastián Diez por los incidentes entre los hinchas. Hoy, en gran número, los socios con la cuota al día alentaron en la platea techada.
El rival, dirigido por Duilio Botella que fue el entrenador del Auriazul en el inicio de la actual temporada, venía de perder ante el recientemente ascendido Central Norte en las semifinales por el primer ascenso.
En el arranque, la rapidez y explosión de Francisco Aman marcaron la diferencia. El delantero ganó en velocidad, llegó hasta la línea de fondo y envió un centro hacia atrás para la llegada de Joaquín León que no pudo esquinar su remate. Con fortuna, el arquero Juan Pablo Mazza salvó a Santamarina.
La visita no encontraba respuestas y en un contragolpe, perdieron la pelota y Damián De Hoyos desde afuera del área remató y el palo izquierdo salvó a los tandilenses.
En la siguiente jugada, Martín Gómez disparó y el travesaño le negó el grito sagrado. Dominio absoluto y contundente de Juventud que no podía abrir el marcador pese a las situaciones concretas.
A los 23 minutos, otra vez el parante izquierdo del arco defendido por Mazza salvó a los de Botella. Fue tras un centro de Walter Figueroa que en soledad encontró a Eber Garro.
Todo era del Auriazul, pero el árbitro cordobés Fernando Rekers a los 42 minutos cobró penal para Santamarina por una infracción de Matías Godoy a Luciano Ortega. La falta fue fuera del área.
Un minuto más tarde, se hizo justicia y César Taborda le contuvo el disparo a Ortega al tirarse a su palo derecho.
Se fueron al descanso. De lo mejor que se le vio al Auriazul durante el campeonato, pero que no pudo reflejarse en el marcador.
En el complemento, Santamarina salió a jugar de igual a igual porque se veían en inferioridad en el trámite del juego, sin embargo, Aman tuvo la primera clara pero su remate se fue por arriba del travesaño.
Los de Hernán Vázquez cuando se lo proponían y aceleraban, llegaban con profundidad. La desesperación de Botella lo llevó a realizar tres modificaciones a los 10 minutos y le quedó solamente una variante para la última parte.
El Auriazul continuó con la misma fórmula. Centro de León a espaldas de los centrales y esta vez apareció Matías Persia que le erró increíblemente al arco ante la salida apresurada de Mazza.
Con el correr de los minutos, los locales perdieron intensidad y piernas mientras que los tandilenses se cerraron para no ceder espacios y apostaron a la contra.
Facundo Noguera y Gerónimo Salinas fueron la apuesta de Vázquez. Ingresaron en lugar de Aman y Julián Gómez con molestias.
La impotencia de no tener contundencia fue el factor que le negó a Juventud irse con ventaja a Tandil. Santamarina no pateó al arco en los 90 minutos, salvo en el penal que se inventó Rekers.
Sobre el final, fue expulsado por roja directa Mateo Palmieri en la visita. Martín Gómez tuvo la última para el Auriazul y el arquero Mazza terminó ahogando la posibilidad de gritar gol.
Por la diferencia en el juego, el empate a Juventud le duele y se queda con el sabor amargo. El próximo domingo desde las 11 será la revancha donde los sanluiseños por no contar con la ventaja deportiva están obligados a quedarse con el triunfo para avanzar a los cuartos de final.