Las noches son largas para Juan Pablo Pereyra. No puede dormir, porque las vivencias de la victoria que se escapa como agua entre las manos se escapó: “Hasta el empate las cosas estaban saliendo bien, pero después lo perdimos y todavía te queda la amargura de no traerte nada”.
De ningún modo, el lungo se queja de la estratégia en el Sola: “Estos partidos se ganan así, sobre todo con un rival tan duro, pero no se pudo dar”.
“Es muy importante el aliento de la gente, jugar sin público no está bueno”, avisó en la previa del encuentro frente a San Carlos el lunes, ya que la Policía de la Matanza no quiere ofrecer el servicio, y la mayor posibilidad a estas horas es que Almirante deba buscar en otro distrito.